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Jueves - 18.Abril.2024

Alberto Angel Pedro (Alán Evangelista)

contenidos / pág.20 contenidos 2 pág.Ordena por
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¡Qué infeliz y desdichada estás, Lucrecia,
tramitando en el juzgado tu divorcio!,
disolviéndolo al igual que un mal consorcio
…la tristeza en el semblante se te aprecia.
Llena estás de gran zozobra y decepción,
porque todo en esta vida se deprecia,
y a tu afecto, no lo libra hoy la excepción.
Tu calvario soportaste con firmeza
y el dolor fue tu más grande patrimonio;
¡todo hiciste por salvar tu matrimonio,
que hoy se lleva aniquilante la tristeza!.
Fueron años esperando que la dicha
se asomara con gran júbilo y comparsa.
pero en ellos sólo hallaste la desdicha,
comprobando que tu sueño era una farsa.
¿Dónde están esos fantásticos detalles
que aquel hombre te mostrara en otro tiempo,
cuando fuiste en su existencia un puro templo,
cuando loco te besaba por las calles?.
¡Oh...
Soy un ángel, que a la tierra, fue a morar,
soy el fruto de un deseo fugaz, prohibido;
un infante sepultado en el olvido
…¡mi relato voy a todos a narrar!
Fui engendrado por un móvil muy distinto,
al cariño que se da entre hombre y mujer;
¡mis dos padres me engendraron por instinto,
solamente por un lúbrico placer.!
¡Por lascivia ellos lo hicieron, solamente!,
impulsados por un gozo nauseabundo;
sin pensar que, si se arroja a un niño al mundo
de ese modo, se le lanza eternamente,
con dolor, al desconsuelo más profundo.
Relatarles como fui yo concebido,
la manera en que a este mundo fui venido,
es un hecho, que en mi mente, cruel se aferra
y se clava en mi conciencia como un hierro:
¡Esa noche él me engendró como hace un perro
que se junta a copular con una perra!.
¡Esa ...
¿Logran ver aquella trágica ciudad?,
¿la grotesca urbe de hierro, allá a lo lejos?;
hubo un tiempo en que su cielo fue un espejo,
sus lagunas fueron mantos de cristal.
La gran tierra de Tenoch, la urbe azteca,
la ciudad que gobernara Moctezuma
hoy se asfixia con los gases que defeca,
nada queda de aquel mar de blanca espuma.
Poco a poco, la ciudad se fue expandiendo,
sin haber demarcación en su estructura;
sus lagunas, la ciudad las fue perdiendo,
entre el humo y el hedor de la basura.
Las encinas y cipreses soñolientos,
con apremio fueron pronto derribados,
dando paso a condominios de cemento,
de varillas y cristales empañados.
No hay lugar en el que salvo alguien hoy se halle,
pues es norma cotidiana aquí el secuestro,
la violencia que se vive en toda calle
es su sig...
¿Volverás a darle aliento un día a mi ser?,
¿volverás a darle luz a mi existencia?.
Vuelve pronto, porque anhelo ya tener
la dulzura de tu mágica presencia.
Vuelve pronto, porque siento que en mi brota,
una bella sensación, que ya fluyendo,
nuestras vidas e ilusiones las va uniendo,
como el lirio que el rocío funde a la gota.
¡Vuelve ya, que el corazón veloz palpita,
porque inundan el ambiente mil fragancias!;
¡vuelve ya, porque te espera aquella estancia
y el lugar donde tu imagen presa habita!.
¡Vuelve pronto, porque anhelo ser tan tuyo,
porque mi alma esta muy triste, hasta la muerte,
porque tiembla ante la idea de perderte
y desmaya como un lánguido capullo!
Hoy te aguarda mi truncado y triste pecho,
¡ve que fulge de pasión en mí la llama!;
¡hoy pondré mil azucenas ...
Cuando nuestros padres del mundo se van,
la esperanza nuestra con ellos se muere,
la desdicha aciaga con creces nos hiere
…¡el lloró incesante comienza a brotar!
La amargura, en nuestro espíritu, amplia crece,
por la angustia que en nosotros triste emana,
en el alma sólo el llanto infiel florece
…¡y hay heridas que en nosotros nunca sanan!
¡Con qué pena se dilatan nuestros días!,
¡su recuerdo en la memoria siempre vaga!,
no hay remedio que nos cure al fin la llaga,
ni placer que nos devuelva la alegría.
Las memorias del pasado nos persiguen,
pues sabemos que sus cuerpos muertos yacen,
que las flores de sus restos breves nacen
y en nosotros sus caricias siempre viven.
¿Qué tesoro de este mundo se compara,
a la dicha inigualable del cariño
que nos dieron cuando fuimos unos...
Un gran lobo, cadavérico y perverso,
deambulaba por montañas y colinas,
anhelando hallar un rancho con gallinas,
que sirvieran de ración en el almuerzo.
Y de pronto, cuando estaba más cansado
y empezaba poco a poco a desmayar,
vio de cerca un gallinero abarrotado
con las aves que deseaba él encontrar.
El dantesco y sutil lobo, alzó la cola
y avanzó con decisión hasta el encierro,
no mirando que a la entrada había un gran perro
que sarcástico le dijo: “¡que tal, hola!”.
Reponiéndose del susto el fiero lobo
y ocultando su deseo de oscuro robo,
dijo al perro, con franqueza, lo siguiente:
- ¿Por qué luces el aspecto que en ti veo,
pues te miro en verdad gordo y muy, muy fuerte?-;
-¿En qué estriban las labores de tu empleo?,
-¿De quien eres esforzado y buen sirviente?
- ¡Oh,...
Su marido, de por sí ya insatisfecho,
la cambió por una linda señorita,
le pasó a la concubina sus derechos,
pues aquella era una joven muy bonita.
La dejó hundida en la pena, que es tan cruel,
olvidando de ese amor la excelsitud;
porque el tiempo que duró su juventud,
ella quiso, enamorada, estar con él
Se casaron ambos llenos de ilusiones,
prometiendo de esta forma envejecer;
¡fueron años comulgando sus pasiones,
de mirar juntos las tardes al llover!.
No pensando que su amor iba a acabar
y creyendo que sus nexos eran fijos,
concibieron con ternura sus dos hijos
y amueblaron cada espacio de su hogar.
Ella quiso conservar su matrimonio,
evitando que en pedazos se rompiera.
Aceptó que aquel rufián no la quisiera,
todo a cambio de tener un patrimonio.
Le rogó no desechar...
Tu también, como las otras, flor de loto,
me seduces con tu olor tan exquisito,
me conviertes de tu vida un fiel devoto,
llenas todos los más altos requisitos
que cualquiera pueda rígido pedir.
Pero sé que aunque te quiera has de partir,
provocándome dolores infinitos.
¡Y vendrás, como la brisa del verano,
con un toque que yo juzgue sobre humano,!
¡saturada de un olor a madreselvas!;
pero sé que aunque acaricies hoy mis manos,
llegará el día en que te marches y no vuelvas.
Hoy me invitas seductora a poseerte
y a sentirme cobijado en tus abrazos,
pero sé que aunque me duerma entre tus brazos
he de hallar, en el futuro, en ti la muerte.
¿Por qué insistes con fantástica rudeza
a que coma de tu vida el rico el fruto?.
Porque sé yo con mayúscula certeza
que mañana tendré ata...
 
¿Te imaginas dónde quedan los impuestos
que aportamos con angustia y sacrificios?:
Lo utilizan presidentes deshonestos,
en el pago exorbitante de sus vicios.
 
¿Dónde queda del obrero aquel salario,
que en verdad, más que salario, es vil minucia?;
 sus impuestos los malgasta un funcionario,
o su esposa, que de compras va hasta Rusia.
 
Pocas veces has de ver un beneficio
por el pago que se da puntual a Hacienda;
si requieres de algún trámite o servicio,
siempre habrá alguien que a gran precio te lo venda.
 
Pero, ¿Cómo los impuestos son empleados?,
el pensar tan sólo en ello es un enredo:
Lo recibe picaresco el diputado,
cuyo oficio es levantar tranquilo un dedo.
&nbs...
 
Llegó ayer, como tú sabes bien, Renato,
de visita a nuestro pueblo, Juan Patricio;
ese mismo que fue electo candidato
 y que busca, para el pueblo, un beneficio.
 
Fue puntual, como nos dijo que sería,
y la gente a oír su voz estuvo presta;
esperando que dijese sus propuestas,
¡todo aquello en un estado de alegría!
 
¡Prometió nuevos salones, pa’ la escuela
y el servicio en general de agua potable!,
¡un sistema de justicia responsable
y la luz, para no usar ya nunca velas!.
 
¡Nuestro pueblo se deshizo en ovaciones!,
repitiendo en coro alegre muchas porras.
Juan Patricio regalo comida y gorras
¡pues, con esto, afianzará las elecciones!.
 
-...
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