No oiréis correr de nuevo el arroyuelo Que, alegre, se lanzaba a su caída, Ni al dulce ruiseñor, cuya venida La bóveda alumbró del alto cielo. Dolores era hermosa como el vuelo...
La orilla alborotó un mar coralino Y el cielo asaltó, puro y despejado, Aquel caballo raudo que, embrujado, Pincel se hizo del aire cristalino. Y hallaste, al avanzar en el camino,...
Un ángel vi de niño en la mirada De aquella anciana dulce y cariñosa, Más bella que la aurora perezosa Cuando apagó su voz de madrugada. En su cabello blanco la nevada...
El viento helado que rozó el cabello, Llenándolo de escarcha y de blancura, No osó matar su hechizo, su ternura, Sus luces, sus bellezas, su destello: Manchado de granizo fue más bello,...
José Ramón Muñiz Álvarez “ESTAMPAS DE LOS MARES DEL CANTÁBRICO” Impresiones pictóricas de los piélagos delNorte. PRIMERA “El viejo acantilado, junto al puerto” -No hay nada más hermoso que los mares-, se dijo al contemplar tanta belleza. Las rocas escarpadas se hacen pardas, al despertar la luz con un bostezo. La brisa llega suave de los mares, herida del salitre que las olas esparcen en el aire, al estrellarse. El viento se hace beso entre las piedras remotas de las playas arenosas. Las nubes seguirán su rumbo incierto, como una lancha roja que navega los mares azulados e infinitos. Las rocas escarpadas se hacen pardas, al despertar la luz con un bostezo. La luz del alba vuelve con apuro,...
La sombra que borró su rostro bello Volviéndolo cenizas en la nada Negar quiere mi voz, cuando, callada, Se rinde al alumbrarla en un destello. La nieve que fue antorcha en su cabello Haciéndolo más claro, a la alborada, Recuerdo pudo ser, donde, apagada, Revive, al recordarla en todo aquello. Hirió su voz sin lucha el sinsentido Que arranca de los pechos el aliento Que ceden, quejumbrosos, su sonido. La muerte arrebató su sentimiento, ...
El sol buscó un crepúsculo callado Detrás de las montañas y cordales, Las luces, las estrellas celestiales Que al orto dan, desde su principado. El oro fue en los mares reflejado Y el vuelo alzaste, yendo a los cristales, Del alba, cuyos brillos celestiales Ardieron en un cielo despejado. El árbol deshojado de tu risa Las noches desnudaron sin apuro, Las horas, las auroras y la brisa. Desnuda pudo verte el aire puro, ...
La luz sobre las sombras se deshizo Un viernes de noviembre donde, bella, En el fogón ardía una centella Que alzó la magia rara del hechizo. La lluvia dejó paso al invernizo Susurro de los vientos, su querella, Cansados de quejarse, pues aquella Más dura sonó en boca del granizo. Las lluvias y los vientos sacudieron Con toda su dureza los tejados, Luciendo, firmes, su perseverancia. Las brasas, sin embargo, resistieron ...
No vueles, ruiseñor, hacia los cielos Que se hacen más azules en verano, Ni escapes, golondrina, de mi mano, Llevada por la brisa y sus desvelos. No corras, herrerillo, aunque tus vuelos Te dejen alcanzar lo más lejano, Ni escales, carbonero, el aire en vano De donde caen las nieves y los hielos. No partas, ave blanca, si tu nido Lo tienes junto a mí, donde la tierra Se alegra de tu voz y tu sonido. Amor serán los bosques y la sierra, ...
El despertar más dulce y placentero Cubrió su rostro cuando, de mañana, Cruzaba, aventurero, su ventana El sol del mediodía pendenciero. Robábale los sueños su lucero, Valiente y atrevido, pues, lozana, La luz la despertaba, con desgana, Besándola, al llevarle aquel platero. Después iluminaba el cuarto oscuro Corriendo la cortina, que, luciente, Dejaba gala al oro y su belleza. Alzábase del lecho y, sin apuro, ...
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