Eres mi sonriza
cuando te veo todo se ilumina.
Todo es entorno a ti.
Tu mirada me derrite
Mi piel se herriza y mi rostro se pasma
con una sonriza.
Te veo y al hacerlo ya tengo una sonriza.
Solo tu me haces olvidar,
solo por ti es que sonrio y tu sin saber
que es por ti, que siempre es por ti
cuando estoy junto a ti.
Alba Padilla
Ven acá. Qué puedes decir. Reconoces tácitamente a la aurora. El aire se ensancha en irradiaciones o en círculos y todo queda listo para una eternidad que no llega. Somos lo herederos de una memoria sin fin. Se nos ha entregado un legado de sueño que nos llega a las manos desde otras manos y otras que se sucedieron con prisa. Llevemos sin parsimonia nuestra comisión delicada. Pongamos más allá de nosotros, a salvo de la corrupción de la vida, nuestro lenguaje, nuestros usos, nuestros vestidos, la corneta del niño, el delicado juego sonoro. El niño juega, se adueña de la situación y domina el mundo. Coge entre sus manos arena y construye un castillo, toma piedras, levanta catedrales o juega con la compacta bola del mundo. Salvémoslo todo, queda poco tiempo, este campo, salvemos el carromato,...
Ven para acá. Qué puedes decir. Reconoces tácitamente a la aurora. El aire se ensancha en irradiaciones o en círculos y todo queda listo para una eternidad que no llega. Yo y tú y todos los otros sumados, enumerados, descomponemos el atardecer, mas la fuerza de nuestro anhelo es una victoria levísima. Somos los herederos de una memoria sin fin. Se nos ha entregado un legado de sueño que nos llega a las manos desde otras manos y otras que se sucedieron con prisa. Llevemos sin parsimonia nuestra comisión delicada. Pongamos más allá de nosotros, a salvo de la corrupción de la vida, nuestro lenguaje, nuestros usos, nuestros vestidos, la corneta del niño, el delicado juego sonoro, la muñeca, el trompo, la casa....
Mi corazón, lo sabes, no está con el que triunfa o que lo espera, con el juramento mercader que acecha el buen provecho, se agazapa, salta sobre la utilidad, que es su querida, busca ganancia en el abrazo, obtiene renta de las mariposas y pone rédito a la luz, cobra recibo por los amaneceres milagrosos, por cambiante gracia del color de una invisible rosa apresurada, dulce y apresurada como si fuese un hombre o una llama o una felicidad humana: sí. Mi corazón no está con el hombre que sabe de la verdad todo lo necesario para olvidar el resto de ella, satisfecho del viento, poderoso del humo, canciller de la niebla, rey acaso, pero nunca de sí.
Te he dicho que los hombres no contemplan el puro río que pasa, la dulce luz que invade las riberas cuando fluye hacia el mar el agua casta. Te he dicho ayer...Y yo veo ahora fluyendo dulce hacia la mar lejana, mientras los hombres ciegos, ciegamente se embisten con furor de piedra helada. Con desolada luz vas olvidado, pero yo te contemplo, agua irisada, silente amigo, y veo mi figura triste, mirándose en tus aguas. Amigo solitario: esto te digo mientras pasas. Repite luego mi voz triste allá en las rocas desoladas. Porque has de ver tierras estériles y muertos sin remedio ni esperanza.
Te he dicho que los hombres no contemplan el puro río que pasa, la dulce luz que invade las riberas cuando fluye hacia el mar el agua casta. Te he dicho ayer...Y yo veo ahora fluyendo dulce hacia la mar lejana, mientras los hombres ciegos, ciegamente se embisten con furor de piedra helada. Con desolada luz vas olvidado, pero yo te contemplo, agua irisada, silente amigo, y veo mi figura triste, mirándose en tus aguas. Amigo solitario: esto te digo mientras pasas. Repite luego mi voz triste allá en las rocas desoladas. Porque has de ver tierras estériles y muertos sin remedio ni esperanza
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