Consuelo Martinez Torregr

creación-9-3-2002
Hoy la vida,
de nuevo me sonríe.
Renaciendo en mi alma
el entusiasmo.
Y mi ego
supera esa barrera,
que lo fue dejando
exhausto...
sin fuerzas.
Hoy mis labios
no hablan,
de pena o tragedia.
Reafirmé mis pasos;
con esa fiereza
que sale del alma
cuando vuela libre.
Y nadie a su paso
pone la barrera de
la intolerancia.
Hoy,
al paso del tiempo.
Sigo dando gracias
por esto que siento.
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creación-8-3-2002
Siento paz en mi interior
siento renacer mi alma.
Espero que no se apague
en mi corazón las brasas.
Que siempre prenda el amor
aunque camine descalza.
Siento que mis manos se unen
reforzando esa esperanza.
Que mis labios
se pronuncian.
Y mis ojos no se cierren
a lo que mi oído escucha.
Siento:
por lo tanto...
¡Vivo!
Sólo a sí,
ya me conformo y...
olvido.
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creación-8-3-2002
Tiempos atrás fui vagando
con el corazón en vilo,
sin ver que iba resbalando
en el hielo del olvido.
Se me enredó el corazón
en lacerados espinos.
Sólo miraba el clavel
cegándome con su hechizo.
Dulce pareció me siempre
lo amargo de la retama,
por que su fino talante
mis anhelos trastocaba.
Tiempos atrás...
no vivía:
solamente
vegetaba.
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creación-8-3-2002
En el silencio de lo imposible
alzó mi alma un grito ahogado
que corroía el dulce amor
que hubo soñado.
Y despertó
de esa agonía
que lo arrastró.
Roto el silencio
con ese grito,
alzó su voz a
cuatro vientos.
Rompió ataduras
a lo imposible,
buscó esas voces
que a la deriva
rasgan nostalgias.
Y entre susurros
mueren vacías:
desintegradas
en mito absurdo.
(Qué no comparto)
Fácil teorías
mal enfoncadas.
¡No!
¡No a las manías!
¡Si, al desenfado!
Y al afligido
daré mi mano.
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creación-8-3-2002
Calló el telón de la falsa
que cubría la función,
de aquella historia barata.
Sólo en imaginación
repleta de fantasías
construiste los castillos
del ego que te envolvía.
El que avisa...
no es traidor.
Y mientras tú
te reías, a mí
me comía el terror.
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creación-7-3-2002
Rasgó la nota en el aíre
aquel nefasto silencio,
que acaparó los sentidos
adormilados de ensueño.
Rasgó en el largo suplicio
susurros aventureros,
arrastrados burdamente
en el frío y duro suelo.
Rasgó la nota en el aíre
a lomos de corcel viejo,
palidecieron sus labios
languideció su destello.
Al reflejo de la aurora
bramaba, a los cuatro vientos.
Hasta el crepúsculo duerme
arropado en el silencio.
Cuando su nota desgarra
con candor, de amor inmenso.
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creación-7-3-2002
Hoy no quiero
mirar el pasado.
Hoy me niego a
tanta tristeza.
Hoy rechazo lleno
tajante y rotundo:
la dura tragedia.
Hoy me aferro fuerte
algo positivo...
aunque no lo crea.
Hoy florece...
la flor del olvido.
Aunque se marchite
en pocos momentos.
Sin que su fragancia
impregne mi aliento.
¡Hoy vivo el momento!
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creación-7-3-2002
Aquella tarde sombría
con su aíre frío y seco.
Cuando furiosas las olas
¡bramaban al son de viento!
¡Aquella tarde rompía...
con su ego más violento!
el muro de contención
que protegió su silencio.
Se desmoronó despacio...
dando la razón al tiempo.
Aquella tarde perdió
de su mirada el reflejo.
Cómo se esfumó la tarde...
se evaporó su silencio.
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creación-6-3-2002
Sola:
en este mundo de asfalto
en un callejón sombrío
entre la bruma soñando...
vuela sin rumbo en espíritu
en su congoja atrapado.
Sola:
batirá sus alas
y pateará sus caminos
rasgará sus vestiduras
en las zarzas del destino.
Sola:
enmudeció de miedo
y gritará al desafío
en el sueño y el desvelo
la cordura o el delirio.
Sola:
se alegra o se amarga
en ese eterno dilema
que la invade o la enfurece
mezcla de amor o de penas.
Sola:
caminó el sendero
con el espíritu libre
de peregrino viajero.
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creación-22-2-2002
Raya en la cima
del horizonte.
Tibia y tranquila
suave y perpleja
sabiduría.
Cerró los ojos
aquel entorno
en su penumbra.
Venció ante el morbo
iluminando
las catacumbas.
Nada te vence:
ante tu entorno
todo florece.
El tallo sano
se reverdece.
Rayando el límite
de la osadía...
cada mañana,
se ensancha el ánimo;
mi buena amada
sabiduría.
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