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Viernes - 29.Marzo.2024

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Cristian Sobrino

contenidos / pág.6 contenidos 1 pág.Ordena por
Enviado (15/03/2001) - Enviado por admin
Etiquetas: Cristian Sobrino
Ha terminado la batalla ensangrentada.
Los vivos retiran a sus hogares
pero ahora empieza el júbilo de Ares;
que fiesta en el recordar de la nada
que han llegado sus creyentes.
En ese campo turbulento de vientos
y silencio de almas, los buitres
dan su labor y van a despedazar
esos que cayeron y llevarlos
donde los reconstruyen al azar,
y Ares feliz de que por él cayeron tantos.
Armas y escudos visten la llanura
y la sangre de bebida de poca espezura.
Sátiros del dolor y del llorar amaran con hilos
a los perros de guerra y hacen festín con
la música de la marcha de los que con
estrategia y bestial instincto vencieron,
y Ares gozando de la miseria causada.
¡Pobre que viven unos y le piden a una ada
que los deje ir! No preocupen que Tántalo
le llega a todo, bueno o malo.
Fuegos y lanzas, espadas y escudos,
cuerpo...
Enviado (14/03/2001) - Enviado por admin
Etiquetas: Cristian Sobrino
Ella tiene el nombre
de la que hizo cientos
de naves zarpar por su rostro,
aunque ésta haría ir miles.
Ella es un sueño dulce,
un fantasma noctámbulo
que trae cientos de alumbrados,
blancos y azucarados, cuando su presencia se siente
Su rostro parece el amanecer
y trae lenguas celestiales en el cabello.
Sus ojos arrancan lo que nos hace humanos
y nos acerca al divino ser.
Su paso hace turbar a cualquier
persona como un buen servido trago.
¡Oh que aquel haya dado tan gran regalo
que alumbra hasta la más pesadilla horrible!
El invierno no entra al respiro
de esta criatura, de así ser
no se tuviera para vivir ni ver,
no, ¡su respiro es lo que propaga el verano!
No escribo de mi amada,
si me enamoraría de lo
que es ella, mi simple corazón
no pudiera seguir su jornada.
No, sino yo hablo de la naturaleza misma,
ella es ...
Enviado (14/03/2001) - Enviado por admin
Etiquetas: Cristian Sobrino
Mientras más entra la edad
a mi pequeño solitario hogar,
mis ojos pintan cosas que antes no atrevían,
cambios inciertos que me desesperan.
Veo aveces ángeles jubilosos
o veo demonios que por sus bocas dispensan humo.
Veo los rostros mil veces pero en constante cambio.
La edad hace un mundo siempre tan inseguro.
La edad es subir en un podio
y ver abajo multitudes de ojos,
con vidas y decenas de deseos
y ver que algunos son benignos, otros no...
Es ser protagonista en un mundo
que ya esta lleno de ellos,
es nacer tantas veces que el Olvido
se olvida de tragarse algunos cuentos.
Es bautizarse en tantas religiones
que Dios no puede cambiarse
de vestuario a ese
paso acelerado de siempre.
La edad es quedar ebrio
de memorias y credos,
de sentimientos y vinos,
de amor y desilusión...
La edad es tan cruel amigo,
a todos no...
Enviado (25/02/2001) - Enviado por admin
Etiquetas: Cristian Sobrino
Dedicado al jíbaro de Puerto Rico.
En las aguas sombreadas del manglar,
en las hojas llenas de rocío en el Yunque,
en los lagos causados por estanques,
camina uno que vive del caminar.
Él es aquel que ha sido olvidado,
él es aquel que queda durmiente
en nuestro pasado candente.
Él vive en el Terrazo de Don Albelardo.
Él pisa el suelo que grita "¡Pobre!"
Entra por la puerta mirando y esperando,
con el machete ensangrentado
de savia blanca y su piel cobre,
quemada por los latigazos del sol.
Cortado por las espigas de la caña,
sintiendo el hambre desde su entraña,
toma descansos bajo un árbol.
El espíritu da testimonio
de la perversión
de la Nación
que ya no piensa ni habla de lo propio.
Él estaba presente ese día
en la Plaza de Armas cuando
El de Voz de Trueno, condenado
a llevar su patria, exigió la soberanía.
Su p...
Enviado (29/01/2001) - Enviado por admin
Etiquetas: Cristian Sobrino
En un lugar de la Mancha,
nació un niño fuera de época.
Quizás los ángeles, fantástica
historia deseaban y no una estracha.
Mandaron a uno con arco y flecha
a que le hiriera con una punta dorada
al que todavía no había dado salida.
Al pobre le entregron magnífica
memoria con más incrédula y hermética
imaginación para a delirios dar marcha.
Y el niño creció a hombre
y el hombre creció a un anciano,
débil pero de espíritu muy sano.
Al igual que su cuerpo, su lectura
creció y solo el creador sabe si terminará.
La flecha convirtió la lectura en otro ser,
tal fue el efecto que las palabras
bailaron en la mente de Alonso Quijano
y convirtieron a este en un don
con toda habilidad de sorprender las masas.
Este, con su razonamiento de poco
uso decidió ir atras de la barroca época
y para todo su beneficio y su República...
Enviado (09/06/2000) - Enviado por admin
Etiquetas: Cristian Sobrino
Aquí duermo en las ramas.
En el purgatorio de mi alma
y la existencia que parece poca
pero otras veces larga como viaje de mar.
He sentido las plumas de ángeles
sobar mi rostro como luz en broches.
He sentido el hincar y quemar de tridentes
de demonios como lenguas negras infernales.
He visto túneles de luz en los cielos
y ciudades en nubes y alas en ciudadanos.
He visto cavernas cuando bajo mis pies miro
y gárgolas hechas en vez de piedra, de cuero.
He visto días azules con lanzas iluminadas
y lluvia de oro líquido en gotas.
He visto noches de azufre y miserias
con lunas de ofidio y sangre creadas.
He experimentado con desdichas y milagros,
con intensas experiencias e incalculables delirios.
He vivido en todos los posibles tiempos
y me he librado del concepto y he sido su esclavo.
...
He buscado compañía en t...
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