| Nací. He vivido. El postre es una guinda premiada. Ni sé quién la premia ni sé que es la guinda. Nací. Sin el postre. Borracho descanso... Quieto. Sin saber que estoy borracho. Subía raudo el color y la promesa a la pupila oscura hambrienta. Color verde y plata oro y amarillo... Quizá
también subía sin otro qué el color sangre de carne cruda a la ventana
abierta del ojo saltón esperanzado. El rojo oscuro de la vida perdida
necesitaba el aposento del basto glotón. Saliva, torrentes
pequeños despeñados de cristal licuado pastoso corrían entre las
fuertes piezas, hirviendo las fauces quietas y abiertas del tesonero
hambriento de enorme enormidad. Tres pétalos muy suaves leves tres colores.. Una placentera brisa envolvente algo suave sin prisa una lágrima doliente Un tallo cimbreante ni derecho ni blando, ni valiente ni perfecto. Ahora que están partidos los sonidos de mi gaita, es momento ¡lo juro!, de componerlos. Ahora que suben cansados los astados de mi prado, es momento ¡lo juro!, de revenderlos. Ahora que vienen contentos los lejanos olvidados, es momento, ¡lo juro!, de recibirlos. Ahora que siente Galicia los calvarios ya pasados, es momento, ¡lo juro!, de recordarlos. Ahora que tenemos las orillas ennegrecidas, es momento ¡lo juro!, de maldecirlos.Así escribía contento un paisano estudiado, ¡el único paisano estudiado del momento!
En una caja rosa, había una llave sensible que tú, que tú bien querías.En una caja negra, existía un deseo escondido que tú, que tú no sabías.En una caja verde, tenía el corazón un secreto que tú, que tú compartías.En una caja gris, nacía un beso prohibido que tú, que tú me pedías.En una caja amarilla, quedaba olvidado el tesoro que tú, que tú me ofrecías.
Canso. Cansoso. Blandoso. Sin celo... muelloso, camina el camello.Joroboso. Secoso. Tristoso. Sin techo... muelloso, camina el camello.Sudoso. Cargoso. Tembloso. Sin perro... muelloso, camina el camello.¿Qué hay en ello, que me recuerda tu andar, obrero?
Llamas de incendio me acogen en estrecho vaivén, al dormir y al despertar. Llamas de incendio de mi sueño ligero, y del profundo y del intermedio.Llamas de incendio de un órgano ardiendo. Órgano, incendio llamas ardor lenguas rojas verdor llanto carbón cielo viento colores encendidos de paleta rota.Llamas de incendio de quemar. Pecho rojo de camisa rota prendida de fuego. Yo ardo en amor. En amor. Lo sé. Pero, ¡por qué? Si me dan de comer, vivo. Si no me traen nada, espero. Si me quitan la alegría, digo: no me traen, no habrá...Bien.Mañana, ¡quién lo sabrá? Pobre esclava del harén de la arena... Retorcida, ansiosa, esclava furiosa; figura de mujer atada desnuda al pié de la cama sultana.Sultán...Curvas provocas de figura nueva en las contorsiones agudas de la mujer que torturas sin conocer su paz ni su belleza.Sultán...Pide perdón en las noches sin sueño de tu angustia de macho.Sultán...La mujer que sujeta tienes con cuerda trenzada al pie de tu cama, es la figura abyecta secreta de tu querer de esperanza.Suelta, sultán, la figura. ¡Es la figura, no la verdad!Sultán de sultanes: ¡qué pena me das! | | |