Eres el agua pura y fresca que necesito para reconfortar mi alma sedienta y cansada.
Pero es inútil, mis manos no pueden retenerte y, con desesperación, veo como te escapas de ellas, lentamente, dejando tan solo un beso húmedo como adiós...
Eres el tibio sol de una mañana de otoño que quisiera abrazar para dar calor a mi cuerpo, congelado de ausencias.
Pero es en vano quererte alcanzar, ya que cada día la distancia suma distancia y nos alejamos hasta ubicarnos en distintos polos del infinito...
Eres el ave que intenté enjaular en mi corazón sin comprender que naciste para volar y que al encerrarte solo estaba prolongando la agonía de algo que ya había muerto...
Por eso hoy, he decidido soltar tu mano para que puedas huir, si te es necesario, ya que tal vez tu destino no está marcado...
El viento preguntó por tu cabello...
Y no pude responderle
El mar preguntó por tus ojos...
Y no pude contestarle
El sol preguntó por tu boca...
Y no supe que decirle
El espejo preguntó por mi sonrisa...
Respondí que había muerto.
Nombres que han sido, nombres que no fueron;
nombres que se han ido, nombres que murieron.
Nombres en mi mente, nombres en mi alma;
nombres que lastiman, nombres que traen calma.
Nombres en las casas, nombres en las calles;
nombres en los ríos, nombres en los valles.
Nombres de plegarias, nombres de osadías;
nombres en mis noches, nombres en mis días.
Nombres en las bocas, nombres en los ojos;
nombres de valientes, nombres de despojos.
Nombres en la aguas, nombres en los vientos;
nombres de amarguras, nombres de lamentos.
Nombres, incontables nombres que ríen graciosos;
nombres de sumisos, nombres de tramposos.
Nombres que se han marchitado y otros que han florecido;
y entre todos estos nombres, el tuyo clamando olvido...
...
...Y cansado de aprender lo que me enseñó la vida,
yo quise enfrentarme a ella en una última partida.
Deseaba ganarle en algo, que pague lo que me robó,
pero sabedora de trampas, al fín ella ganó...
Aunque sea tarde, hoy comprendo que pasó,
quise engañar a la vida, ¡Y la vida me engañó!
Hoy por fin has venido,
a buscar lo que fue tuyo,
me traes recuerdos del olvido
y sabor a falso orgullo.
Volviste como antes a besarme,
intenté recordar como lo hacías,
pero mi mente insistió en recordarme
toda aquella hipocresía
¿Cómo pudiste haber pensado
que tu olvido habia olvidado?
Me miraste fingiendo estar triste,
y tus palabras intentaron explicarme,
que en aquel entonces, cuando te fuiste,
no pensaste en lastimarme...
Mil promesas me hiciste nuevamente,
fueron las mismas que mentiste...
ayer juraste ser mía eternamente
y sin embargo no cumpliste...
¿Como pudiste haber creído
que sigo siendo el mismo que he sido?
No mi amor,
porque ya no soy un niño
y mi corazón no tiene lugar
para quien miente cariño
y solo quiere jugar
No ni cielo,
porque no se puede ...
No pidas que te espere...
Me molesta perder el tiempo
buscando tu imposible sonrisa,
imaginando tu fingida comprensión,
o inventando alguna excusa.
No lo pidas...
Ya conozco todas las palabras,
sin embargo tratas de envolverme
en una inocente telaraña de mentiras
que terminan causándome gracia.
No...
¡Basta de incendiar mis ilusiones!,
estoy cansado de desperdiciar mis horas
agonizando en la sádica burla de tu amor...
Piloto experto en fantasías,
acumulo millas en tu deseo,
sobrevolando dedicadamente tu piel
para aterrizar aquí y allá con mis besos...
Es que deseo recorrerte, explorarte,
llevar al cielo tus gemidos
y traerte nuevamente,
con tu respiración agitada
como cómplice y única testigo
de ese mágico viaje...
Mi sed desea beberte,
mi espacio ocuparte.
Necesito hundir mis ganas en las tuyas
y asi, conectados, cabalgarte,
explorando en tu pasión las opciones
eligiendo especialmente aquellas
que sembrarán profundamente en tu piel
la necesidad de reincidir en este deseo
en esta invasión permitida
de perderme en tí...
Tu belleza,
la forma en que te miro,
hacen que al pensarte
el deseo confunda la razón,
pero en seguida se presentan las ganas
y ellas lo superan todo...
Porque mis ganas de vos
van más allá de los límites corporales del deseo,
y superan ampliamente las barreras de la razón,
porque el pensarte, el soñarte, no se razona, se siente...
Por eso te siento...
Te siento como un sueño
que crece en la ilusión de tenerte,
que solo merma cuando tu silencio
se vuelve cómplice de mis miedos
y entonces lo posible
toma forma de locura,
la locura de mentirme
un tal vez quizás...
Pero no importan mis miedos,
no me detienen los fantasmas,
porque el sueño de soñarte es mi tesoro,
mi capital y mi interés...
Por eso,
mientras aguardo que tomes la forma
de un mensaje, de u...
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y publicidad de interés.
Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestrapolítica de cookies. Aceptar