Usuario - - Acceso de Usuarios | Sábado - 20.Abril.2024 |
Estás en: Poetas famosos busca el Guadalquivir y ve a Sevilla y cuéntale que has visto en tu camino el más bello rincón de Andalucía. Háblale de ese bosque de membrillos que surca tu caudal en serpentina, donde el jilguero con sus trinos pone las notas de una dulce sinfonía, y de esas verdes huertas que tus aguas con amor generoso vivifican. Dile también, que has visto desde el cauce la mole colosal que blanquecina, erizada de largas chimeneas, su pujanza industrial pregona altiva; la graciosa figura de tus torres, donde anidan azules golondrinas, y sobre ellas sirviendo de corona, en perpetua misión, la blanca ermita de Jesús Nazareno, la atalaya baluarte de la fe, que nos vigila y a su lado la cruz que nos recuerda que a la Patria debemos nuestra vida, porque en su pedestal tienen los héroes con su nombre escrita una poesía. Mira el paseo, cubierto del navío que para siempre ancló junto a tu orilla, balcón al que se asoman los pontanos a ver cómo tu cauce se desliza, y lejos, allá lejos, donde el campo en el espacio azul se difumina, Anzur, la vieja torre de señales que su eterno mensaje comunica. Di que a tus aguas el murmullo llega desde una huerta a tu caudal vecina, de promesas de amor y de piropos, de flamencas canciones y de risas, junto al siseo de místicas plegarias, que a su Señor del Río le dedican, aquellos forasteros que acudieron, a contar al Señor alguna cuita. Que el confuso tropel de ecos que escuchas la Calle de la Plaza te lo envía, la Calle de la Plaza el hormiguero que en confuso vaivén todo lo agita; allí está el corredor que cierra el trato, el feliz hortelano que convida, allí el chicuelo que limosna pide al hombre de negocios que transita, y lo mismo se compra allí un cortijo que al paso se requiebra una mocita. Di que has visto también a sus mujeres reflejarse en tus ondas cristalinas, que son bellas, muy bellas, como el cielo luminoso y azul de Andalucía, que cercados de cárdenas ojeras, sus negros ojos a tus aguas miran y a su dulce mirar el agua tiembla y tu rauda corriente precipita. Háblale tu de un vino generoso que no sabe a Jerez ni manzanilla, que solo a vino sabe y solo a vino porque de otro sabor no necesita, que su olor es perfume de la Arabia al que un mago prestó secreta alquimia, para fundir del Sol, un rayo ardiente, en limpia transparencia cristalina. OOO Corre, corre Genil, no te detengas, busca el Guadalquivir y ve a Sevilla y cuéntale que pasas por un pueblo que ni de su Giralda tiene envidia. [Acceder aquí] |
v.03.15:0,681 Novedades Contacto buscador Mapa web GestionMax | |
© RedGiga - 1998-2024 | Aviso Legal | Política de Privacidad | Publicidad |
Uso de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestrapolítica de cookies. Aceptar