Usuario - - Acceso de Usuarios | Viernes - 29.Marzo.2024 |
Estás en: Poetas famosos
Etiquetas: Romancero, Federico García Lorca Y que yo me la llevé al río creyendo que era mozuela, pero tenía marido. Fue la noche de santiago y casi por compromiso. Se apagaron los faroles y se encendiron los grillos. En las últimas esquinas toqué sus pecos dormidos, y se me abrieron de pronto como ramos de jacintos. El almidón de su enagua me sonaba en el oído, como una pieza de seda rasgada por diez cuchillos. Sin luz de plata en sus copas los árboles han crecido, y un horizonte de perros ladra muy lejos del río. *** Pasadas las zarzamoras, los juncos y los espinos, bajo su mata de pelo hice un hoyo sobre el limo. Yo me quité la corbata. Ella se quitó el vestido. Yo el cinturón con revólver. Ella sus cuatro corpiños. Ni nardos ni caracolas tienen el cutis tan fino, ni los cristales con luna relumbran con ese brillo. Sus muslos se me escapaban como peces sorprendidos, la mitad llenos de lumbre la mitad llenos de frío. Aquella noche corrí el mejor de los caminos, montado en potra de nácar sin bridas y sin estribos. No quiero decir, por hombre, las cosas que ella me dijo. La luz del entendimiento me hace ser muy comedido. Sucia de besos y arena, yo me la llevé del río. Con el aire se bestían las espadas de los lirios. Me porté como quen soy. Como un gitano legítimo. La regalé un costurero grande de raso pajizo, y no quise enamornarme porque teniendo marido me dijo que era mozuela cuando la llevaba al río. ------------------------------------ |
v.03.15:0,658 Novedades Contacto buscador Mapa web GestionMax | |
© RedGiga - 1998-2024 | Aviso Legal | Política de Privacidad | Publicidad |
Uso de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestrapolítica de cookies. Aceptar