Usuario - - Acceso de Usuarios | Jueves - 28.Marzo.2024 |
Estás en: Poetas noveles Blancas aureolas de nácar son las gotas de sudor... que resbalan por tu cara. Abnegado trabajador qué despiertas con el alba. Vas de casa tu trabajo tempranito en la mañana, trabajas de sol a sol... sin impacientarte nunca ni apabullarte por nada. ¡Cómo recuerdo los días... qué ami lado caminabas! y el recuerdo de tu apoyo que callado me brindabas. Recuerdo las pocas cosas qué de tu vida contabas, y me llegaron tan hondas... que quisiera compensarlas. Aunque sé que es imposible borrar los tiempos pasados, seguiré tu pensamiento: que en mí es...algo fiel e innato. Me marcaste tu actitud con muy poquitos relatos. Y recordando tu vida,se nublan... tantos derechos humanos. Es tu imagen de hombre noble, la quiero conservar. aunque sea una mujer, tus genes me ayudaran. Hemos caminado mucho, trepamos juntos las rampas, juntos...aunque muy callados, ¡nos sobraban las palabras! Desbordabas por tu piel ¡algo, que me contagiava! Eras fuerte, noble y sabio, ¡qué callado lo llevabas! y ¿cuanto habrás aguantado? sobre tu pecho y espalda. ¡Qué humanidad derrochabas! cuando dabas esa imagen solitaría y despistada. ¡Y qué tristeza es la mía! cuando te beo...en una sillas de ruedas a expensas de los demás, Tú...la imagen de la fuerza y de la gran voluntad. |
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