rendido prisionero

Es baladí discutir
cuando te empeñas
con determinación de valkiria
en llevarme, todo recto,
hacia la consecución
de tus metas.

Siempre me convences,
y no porque tú lleves la razón,
sino porque no puedo resistirme
a tu deliberado asedio
que hace que la rendición sea,
de mi vocabulario,
el único vocablo que entiendo.

Soy tu rendido prisionero,
porque me desarmas con tu actitud;
con una caricia simple, con un pestañeo,
como un perro con la lengua colgando,
me quedo mirando
el óvalo de tu rostro,
en como incide la luz
en tu cabello rebelde, dorado.

Y te aprovechas de mi debilidad
para poder siempre triunfar;
pero es que tienes póquer de ases
cuando tus labios actúan,
elixir que calma mis males,
que mi sangre alborota,
y que aunque no lo creas,
me hace sentir mejor persona.