Siempre dejó su esperanza...

Siempre dejó su esperanza
en un camino de soledad,
donde el pasado no es más
que sombra en la memoria.
La monotonía de lluvia
al cielo vació de lágrimas,
y a la figura de viejo mármol
mostró con extraña y huidiza mirada.
El fugaz relámpago
iluminó su lánguido rostro,
tras la ventana.
La flor del poeta,
el decisivo vuelo de su pluma,
su delicadeza al escribir “rosa”,
mudaron su lírico rostro,
recordando la noble vida
de la hierba fresca o irisada.
No hay resplandor en la miseria,
pero sí un corazón inquieto,
que se niega a la derrota;
quizá luz herida en el espíritu,
en los sueños que son aguas de mar,
en la contemplación de auroras
tiernamente expansivas.
Siempre dejó su esperanza
abandonada a su alada pluma,
sin advertir las altas torres,
los lujosos pabellones,
los palacios de pasión y herida.
Mirando de cara a la Muerte,
supo vivir su vida,
aventurándose a mundos sin norte.

Juan-José Reyes Ríos
Extracto del poemario “Fábula y poesía”.
Web: http://www.galeon.com/jjreyesrios