Usuario - - Acceso de Usuarios | Jueves - 28.Marzo.2024 |
Estás en: Poetas noveles Me has dicho en el tiempo que ya no reparo en ti, que mis ojos y mi mente vuelan pero no están aquí. Hoy, quiero te des cuenta de mí por ello te entrego mi atención, mi mente y cuerpo te regalo y es que has sido como una oración en la que reza un hombre a una mujer. Cumpliendo no sólo su ilusión, el milagro de poderla tener. He limitado mis ganas sin fuerza, refrenando del todo mí querer. He matado al hombre que admira pues yo si sé, eres una gran mujer. He soportado el verano impasible sufriendo despierto el sueño de ayer. Has penetrado de manera increíble mi perenne soledad, mi modo de ser. Como ves, he dejado todos mis pecados, lo hice, al dejar la orilla, están amarrados. Pues teniendo una diosa marina, el diablo se aparta, si ella lo encandila y como no quiero perder un instante del rato tan grato de verte una vez, me hinco de rodilla con vista al levante, esperando ese tan ansiado santiamén, me dejes besarte y amarte después samuel akinin levy |
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