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Las limpias piedras y el ocle
el pie desnudo pisaba,
si no las negras arenas,
nacidas de la pizarra.
La mano, blanca y hermosa,
si, al pisar donde resbala,
un accidente temía,
apoyaba, sin mirarla.
No lejos de las rodillas
que besan, a la mañana,
los vientos más atrevidos,
el caldero que llevaba.
Y, en el caldero, las conchas
que, entre las rocas, alcanza,
las caracolas que duermen
cuando estamos a mar baja.
Que, remover los guijarros,
aunque labor es cansada,
al bígaro desentierra,
al caracol de las playas.
Por no decir que otras veces,
que es paciente y avezada,
si no recoge corales
y otro molusco acapara.
Porque con corto cuchillo
y con navaja afilada,
de la piedra a que se pegan
es posible sepa...
El despertar más dulce y placentero Cubrió su rostro cuando, de mañana, Cruzaba, aventurero, su ventana El sol del mediodía pendenciero. Robábale los sueños su lucero, Valiente y atrevido, pues, lozana, La luz la despertaba, con desgana, Besándola, al llevarle aquel platero. Después iluminaba el cuarto oscuro Corriendo la cortina, que, luciente, Dejaba gala al oro y su belleza. Alzábase del lecho y, sin apuro, ...
Un mar navegarás donde, brumosos, Negando al sol la luz, llama escarlata, Los vientos, sombra gris, noche insensata, El cielo cerrarán avariciosos. Después de los umbrales cavernosos Del sueño que en la noche se dilata, Tus ojos se abrirán, perla de plata, Buscando los paisajes luminosos. Y todo mostrará su luz dorada, El cielo, el sol, el mar y las orillas, Para escuchar tu voz, ayer callada. Risueñas nuevamente tus mejillas ...
Heraldo de bondad fue su semblante, Más puro que la luz de la alborada, La gracia de su rostro, la mirada, Sincera siempre, bella a cada instante. En ella la ternura era constante, Más clara que el granizo y la nevada, Hermosa como el sol, jamás nublada La frente cuyo rostro hizo brillante. Más pura fue su piel que la azucena Que brota en primavera por los prados, Más cándida y más bella, siempre buena. Recuerdo que sus párpados cansados ...
"MAR DE PUERTO VEGA Y LUARCA"
No pudo atreverse el cielo
ni el sol, cuando despertaba,
a herir de la dulce moza
los ojos, llenos de gracia,
desde que sus ojos vieron
los que enseña, a la alborada,
blanca de nieve y granizo,
si de nieves se derrama;
desde que la descubrieron
sobre la altura callada
del cielo que duerme y llora,
hasta que despierto canta;
desde que besó su pecho,
desde que besó su falda,
desde que besó sus labios
que nadie nunca besaba.
Tejiendo estaba las redes,
siempre tan enmarañadas
que suelen las niñas buenas
deshacer esas marañas),
mucha paciencia mostrando
en tener que descasarlas
para volver a tejerlas,
como todas las mañanas,
y el sol, anuncio de fue...
LLLLLNo pudo ser más hermosa, más dulce, más inocente, el alba, cuando a los cielos se asomó con sus pinceles. LLLLLY por buena tejedora los campesinos la tienen, que con su luz las alturas parecen de helada nieve. LLLLLMuchas veces los muchachos hallan la escarcha doliente en la callada Atalaya, tras claros amaneceres. LLLLLY, como mares de plata, quiere la aurora sonriente ...
"MAR DE PUERTO VEGA Y LUARCA"
No pudo atreverse el cielo
ni el sol, cuando despertaba,
a herir de la dulce moza
los ojos, llenos de gracia,
desde que sus ojos vieron
los que enseña, a la alborada,
blanca de nieve y granizo,
si de nieves se derrama;
desde que la descubrieron
sobre la altura callada
del cielo que duerme y llora,
hasta que despierto canta;
desde que besó su pecho,
desde que besó su falda,
desde que besó sus labios
que nadie nunca besaba.
Tejiendo estaba las redes,
siempre tan enmarañadas
que suelen las niñas buenas
deshacer esas marañas),
mucha paciencia mostrando
en tener que descasarlas
para volver a tejerlas,
como todas las mañanas,
y el sol, ...
"MAR DE PUERTO VEGA Y LUARCA"
No pudo atreverse el cielo
ni el sol, cuando despertaba,
a herir de la dulce moza
los ojos, llenos de gracia,
desde que sus ojos vieron
los que enseña, a la alborada,
blanca de nieve y granizo,
si de nieves se derrama;
desde que la descubrieron
sobre la altura callada
del cielo que duerme y llora,
hasta que despierto canta;
desde que besó su pecho,
desde que besó su falda,
desde que besó sus labios
que nadie nunca besaba.
Tejiendo estaba las redes,
siempre tan enmarañadas
que suelen las niñas buenas
deshacer esas marañas),
mucha paciencia mostrando
en tener que descasarlas
para volver a tejerlas,
como todas las mañanas,
y el sol, ...
Un mar navegarás donde, brumosos, Negando al sol la luz, llama escarlata, Los vientos, sombra gris, noche insensata, El cielo cerrarán avariciosos. Después de los umbrales cavernosos Del sueño que en la noche se dilata, Tus ojos se abrirán, perla de plata, Buscando los paisajes luminosos. Y todo mostrará su luz dorada, El cielo, el sol, el mar y las orillas, Para escuchar tu voz, ayer callada. Risueñas nuevamente tus mejillas ...
Heraldo de bondad fue su semblante, Más puro que la luz de la alborada, La gracia de su rostro, la mirada, Sincera siempre, bella a cada instante. En ella la ternura era constante, Más clara que el granizo y la nevada, Hermosa como el sol, jamás nublada La frente cuyo rostro hizo brillante. Más pura fue su piel que la azucena Que brota en primavera por los prados, Más cándida y más bella, siempre buena. Recuerdo que sus párpados cansados ...
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