El viento helado que rozó el cabello, Llenándolo de escarcha y de blancura, No osó matar su hechizo, su ternura, Sus luces, sus bellezas, su destello: Manchado de granizo fue más bello, Más puro que la nieve cuando, pura, Desciende de los cielos, de la altura, Tan diáfano que el sol luce en su cuello. Hiriéronla los años, la carrera, El rápido correr hacia el vacío, Más no perdió la luz de su alegría. &nbs...
“Arqueros del alba”
Para María Dolores Menéndez López
http://jrma1987.blogspot.com Soneto I
El viento helado que rozó el cabello,
Llenándolo de escarcha y de blancura,
No osó matar su hechizo, su ternura,
Sus luces, sus bellezas, su destello:
Manchado de granizo fue más bello,
Más puro que la nieve cuando, pura,
Desciende de los cielos, de la altura,
Tan diáfano que el sol luce en su cuello.
Hiriéronla los años, la carrera,
El rápido correr hacia el vacío,
Más no perdió la luz de su alegría.
Sus risas, floración de primavera,
Fluyeron como, rápida en el río,
El agua en su correr, helada y fría.
José Ramón Muñiz Álvarez
“DE LA FUGACIDAD DE LA EXISTENCIA”
(Paisajes del invierno que se
extingue)
Miró, tras el cristal de la ventana, la luz de las estrellas en la noche, dudosas, temblorosas, gemebundas. Febrero iba cobrando sus dominios, alzando sus castillos orgullosos, domando los paisajes con su paso. Los bosques, despojados del follaje, podrían ser abrazo de la muerte, mirados desde aquel segundo piso. Y el alba sorprendió, llena de embrujo, los brillos de la escarcha y de la nieve que cubre, a su capricho, las malezas. Sus brillos, entre brumas y silencios, hallaron su color en cada brizna, como un palacio claro en la enriscada. Y, en esas sierras mágicas y jóvenes, las cumbres levantadas cont...
El viento helado que rozó el cabello, Llenándolo de escarcha y de blancura, No osó matar su hechizo, su ternura, Sus luces, sus bellezas, su destello: Manchado de granizo fue más bello, Más puro que la nieve cuando, pura, Desciende de los cielos, de la altura, Tan diáfano que el sol luce en su cuello. Hiriéronla los años, la carrera, El rápido correr hacia el vacío, Más no perdió la luz de su alegría. &n...
Los prados humedecidos
Que, besados por la helada,
Con la misma madrugada
Yacían adormecidos,
Escucharon los gemidos
Llegados del firmamento,
Que, rozados del aliento
De la aurora blanquecina,
Apartaron la neblina,
Densa en las alas del viento.
Y aquella mancha de plata
Que el sol trajo en su carruaje
Iluminaba el paisaje,
Mezclando al blanco escarlata,
Que, aunque tímida, sensata,
De agotarse temerosa,
Rasgó la caricia hermosa
Al rayar en la mañana,
Como caricia temprana,
Llena de luz, olorosa.
&...
A cambio de tus besos silenciosos
Un reino he de entregar, tierra olvidada,
Aire sin voz, llegando a la morada
De todos los misterios y reposos.
Los guiños de tus ojos cariñosos
Allí me encontrarán, alma cansada,
Lleno de amor, de entrega fatigada
De anhelos y de esfuerzos dolorosos.
Habré llegado a ti desde la vida
Para volverte vida entre mis brazos,
Y habremos de emprender el largo viaje.
Del sueño volverás del que, dormida,
Pretenden despertarte mis abrazo...
No oiréis correr de nuevo el arroyuelo
Que, alegre, se lanzaba a su caída,
Ni al dulce ruiseñor, cuya venida
La bóveda alumbró del alto cielo.
Dolores era hermosa como el vuelo
Que alcanza las antorchas de la vida,
Luciente como el alba que, encendida,
Cuajaba en sus cabellos el deshielo.
Mi espíritu poblaron las malezas
Dejándome en las sombras misteriosas
Que llenan hoy mis versos de tristezas.
Sus ojos son estrellas luminosas,
Sus luces, altas torr...
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