Gorrocha

En dentro de mi
me has clavado
una espina
y desde que te tengo
-espina clavada-
ni vivo
-espina envenenada-
ni puedo pagar
solo
todas las deudas
de tu historia y tu rechazo,
ni tus docenas
protectivas de huidas
y de mentiras.

Casa de
amor perdida
rota te tiene
y se sostiene
porque eres
el amor de mi vida.

No tienes sueños
ni alegrías.
Sólo rencores
y fantasías.

Has hecho
tan espeso mi pulso
que ya he muerto.
Y tu carcajada
sigue...
¡vengativa y amargada!

¿Duermes?
¡Ciegos cielos!
¡No me entiendes!

En una mierda
de papel aprovechado
tengo que guardar
las líneas de mis historias.
Ni el papel es blanco
ni la tinta fluye,
ni tú sabes
de qué te hablo,
¡ni lo sabrás jamás
en tu terca oscuridad!

Tira lo escrito,
tira lo dicho,
vuelve la página:
no hay nada.
Estás dormida
mientras yo sueño.
Tú eres la nada
yo soy el todo.

Me voy a por más
si tú no me das.
¿De donde saciare
mi hambre
de días y días,
noches y jornadas
de nadas
y esperanzas?
Me pregunto:
¿eres tú idiota al
no entender mi soledad?

Beber y mear:
ser y llorar.
¿Quién hace libros?
Si todo se dice
en dos simples palabras.

Puse mi amor
en un ser.
Me entregó el dolor
y mi padecer.