Camino al colegio, arrastro mis pies, los puños de mi campera azul oscuro estan muy percudidos, nunca hubiera elegido usar campera azul oscura, pensaba en que deberia haberla lavado y que podria esconder su roce si cerraba un poco mas mis puños,
Camino repitiendo mi parte de la leccion en mi mente, hoy hay que exponer y se que me voy a trabar al hablar, se lo que va a pasar, me voy a mantener de pie en frente de la clase, con dificultad intentare terminar mis oraciones, bastaran unos pocos minutos para que me descubran, una avalancha de miradas me atropellaran, no sera posible esconder mi verguenza, vere la confusion, la compacion, en sus rostros, los gestos, pequeñas expresiones como puñales empujandome al suicidio, voy a interpretar al miedo y a la humillacion, algunos compañeros van a mirarse entre ellos complices emitiendo alguna mueca, otros se esforzaran por mostrarse naturales, la maestra me dira que me tranquilice, el efecto sera contrario, no podre decir lo que aprendi, aquello a lo que tanto tiempo dedique, pero lo peor son sus miradas, su sentencia, su pena por mi imposibilidad, un fuerte silencio y un tiempo indolente seran mis complices mas fieles, hasta que por fin la maestra dira muy bien y pasara a otro asunto como si aquello nunca hubiera ocurrido, volvere a mi asiento.
Pienso que no soy digna de una campera nueva ¿como lucirla con una falta tan grande?