 | Enviado (09/06/2000) - Enviado por adminAquí duermo en las ramas. En el purgatorio de mi alma y la existencia que parece poca pero otras veces larga como viaje de mar. He sentido las plumas de ángeles sobar mi rostro como luz en broches. He sentido el hincar y quemar de tridentes de demonios como lenguas negras infernales. He visto túneles de luz en los cielos y ciudades en nubes y alas en ciudadanos. He visto cavernas cuando bajo mis pies miro y gárgolas hechas en vez de piedra, de cuero. He visto días azules con lanzas iluminadas y lluvia de oro líquido en gotas. He visto noches de azufre y miserias con lunas de ofidio y sangre creadas. He experimentado con desdichas y milagros, con intensas experiencias e incalculables delirios. He vivido en todos los posibles tiempos y me he librado del concepto y he sido su esclavo. ... He buscado compañía en t... Enviado (25/05/2000) - Enviado por adminMi emoción es una ave pasajera, que desterrada ha creado ilusiones y rencores, ya cansada busca ahora el remedio a sus temores. Mi emoción no se controla, me engaña, me entorpece, me ciega a la realidad, no obstante, me hace vivir lo maravilloso del sentir en este mundo tan irracional. Quien se puede imaginar lo sensible que es mi emoción, que con pequeñeces puede brotar y ahora ya mayor no sabe afrontar lo terrible que es encontrar personas que no la sepan apreciar. Aunque a la razón le parezca antagónico no se puede vivir sin esa fuerza que solo la emoción sabe dar y que Dios quien sabe la pueda perdonar. Enviado (20/03/2000) - Enviado por adminAño 1979 Odio la guerra, salas de muerte, polvo ensordecedor del putrefacto mundo. Amo el silencio, del más recóndito rincón, de un desconocido lugar. ¡Hombres egoístas con vuestras mezquindades ocultas! Guerras absurdas ¡no rompáis el silencio de las palabras! entre el polvo del cansancio y los recuerdos ¡callaos!, no atronéis nuestros oidos. Aplausos fingidos de grandeza ¡cesad!, cerrad vuestras inmundas bocas de una vez para siempre ¡tocad!, ¡tocad!, trompetas de Jericó y destruid, ¡destruid! ¡Ah! ¡hipócritas víboras!, ¡callaréis!, ¡callaréis para siempre! ¡moriréis! y todo volverá a renacer. Enviado (20/03/2000) - Enviado por adminCon la venia de Luis Eduardo Aute. (07/05/1983) Ya se intuyen en el aire los débiles rayos de la amanecida, en la lejanía el aullido del lobo cesa; un gallo entona su rutinario cántico y en lo más profundo del abismo de la noche un rayo de luz parte las tinieblas. El caos se produce durante el cambio, pero el terremoto más intenso es que en otro lugar, allende las estrellas, un nido de amor ha quedado vacío; amargo despertar en solitario; el alba llega, y, tú no estás. ¿Por qué me abandonaste al alba? Enviado (20/03/2000) - Enviado por admin18/06/1982 Bueno... o malo, da lo mismo. Comienzo (de alguna manera tendré que empezar), empiezo (fatal inicio que llevo a cuestas), ¿qué empiezo? (incuestionada pregunta que mi pulso responde), camino (por sendas ignotas marcadas con sangre y odio), lucho (utópicos ideales llenan mi mente), critico (¿critico?, ¡ironía!, ¿a quién? y, ¿con qué armas?), duermo (descanso en esta perdida batalla), odio, (quedará siempre enterrado en mi corazón), amo, (a esta vida que me amarga la existencia), quiero, (demasiadas cosas y a tan poca gente), muero, (¡qué más da!; ¡al nacer ya estaba muerto!).... Enviado (20/03/2000) - Enviado por admin05/05/1982 Negros nubarrones ocurecen el cielo, apesumbrado gorriones vuelan desganados, el ruido de los motores soltando humos, aturde los sentidos y achica el ánimo; ¡esto es Madrid! Pestilente aire que intoxica tus pulmones, destellantes anuncios luminosos que te ciegan ofrecen su propaganda tan inútil como innecesaria, infinidad de gentes pasan indiferentes; ¡esto es Madrid! La sirena de la policía llena el ambiente, una ambulancia pasa llevando su carga, fúnebres crespones anuncian la muerte, una bomba hace explosión,... ¡esto es Madrid! Millones de personas viviendo aisladamente, cada una con su vida en soledad. Un muerto en la acera y la genta ya es indiferente; ¡esto es Madrid! Enviado (20/03/2000) - Enviado por admin03/01/1982 Suaves gotas de lluvia arañaban dulcemente el cristal, produciendo al chocar un murmullo de voces impersonales. El crepitar de las alegres y juguetonas llamas de la chimenea, se parece al seco rumor de los pensamientos; un apagado ruido de muelles cálidos añadía una forma más delicada a los sonidos de un viejo disco, recios muebles de castaño, impertéritos al paso del tiempo, hacían de mudos centinelas o silenciosos guardianes; una mullida alfombra de apagados colores, reposa sobre las antiguas maderas del suelo, y una amarillenta lámpara pendule holgazonadamente en el techo dándole a todo una melodiosa claridad ambarina. Enviado (20/03/2000) - Enviado por adminA todas las víctimas del terrorismo. (05/05/1982) Tiros en la noche, que atormentan y rompen el silencio, que despiertan y asustan a la gente, que obligan a agachar la cabeza, que te hacen imaginar vidas segadas, que sabes que matarán a inocentes, que ya no rompen la monotonía cotidiana, que son el paisaje habitual de nuestras calles, que han segado vidas, y seguirán segando, que son inútiles y te llevan a la muerte, atormentan mi corazón. Enviado (20/03/2000) - Enviado por admin03/05/1983 Lejos del espacio habitado, más allá de la eternidad del infinito más lejos que los confines de las estrellas se encuentra escondido un amor, acurrucado entre las nubes etéreas del tiempo se duerme entre los pliegues de la nada, aturdido y olvidado en los recovecos de la mente, quedo y parado, sé, que en el pozo vacío la aurora invisible del amanecer a la vida, no conece más que en oscuras ensoñaciones. castrado en el feto, el alma cálida, cerrojos de acero, cadenas de oro lo atan, y en su jaula musita sus penas; férreas barreras de dulces remilgos, lo ocultan a los rayos candentes de fuego hechos y acerados los bordes, y no rompen la escala del silencio, y más allá del suicidio del infinito, se esconde tenebrosa una cara. Puente del arco iris, cónduceme a ella, lléname el rostro con la inmesidad d... Enviado (20/03/2000) - Enviado por adminAño 1979 Cuando una llama pequeña y diminuta se apague; cuando un cariño abnegado y fiel se acabe; cuando un amor decidido y valiente se vaya; cuando una mirada triste y sombría se acerque; cuando el dolor queda reflejado en el alma; cuando la risa se troca en llanto inagotable; el mundo se ha derrumbado. | |  |