Amor apagado

Yo sè que alguna vez tu me quisiste
y no me importa si ahora con tu olvido
hayas hecho que de tì yo me alejara
y que tu presencia a mì, ya no me faltara
y que ya no volviera a sentirme triste
pues la llama de mi amor, ya se ha extinguido.
Yo se muy bièn que me quisiste plenamente
y aunque ahora tu actitud, te muestre indiferente
y no regreses nuevamente a mi vida
yo se muy bièn que con tu expresiòn altiva y frìa
tu recuerdas tambièn que hubo buenos momentos
en los que plenos de amor, siempre estuvimos
y yo en tu pecho reclinè mi frente
y tu boca besò a la boca mìa.
Y sè muy bien que tu me amaste, como te amè yo a tì
pero todo terminò, se terminò el amor
pues traspasamos los umbrales de la dicha
y tu mentira fuè como un dardo que mi pecho atravezò
porque siempre supliquè q...

Còmo podrè llamarte para que sepas
que yo te necesito a tì, dulce amor mìo
ojalà que lleguen hasta ti mis pensamientos
que desde mi oculta soledad te envìo.
Aquì estoy esperandote con ansias
y absorta observo las calles desiertas
y te llamo sin cesar y no contestas
y tu no vienes a mì, para calmar mis penas.
Y aquì estoy, esperando por ti muy triste y sola
aguardandote siempre noche y dìa
y siento que tu llegas a mì, como incesante ola
pero huyes otra vez, como la esperanza mìa.
Siento como si me besaras en la frente
o como si mojaras mi rostro, con gotas de rocìo
y todos mis anhelos se agolpan en mi mente,
y en mi ardiente ilusiòn por tì, te llamo y desvarìo.
Pero me duele el alma que siempre tu me ignores
pues yo te quiero mucho, por eso es que te llamo
sòlo para decirt...

Envuelta en mi mortal melancolìa
totalmente angustiado tengo el pecho
y en mi memoria te vislumbro pleno
y en mi mente cansada, yo imagino
que algùn dìa habras de venir a estar conmigo
y vuelve a mì la esperanza y la alegrìa.
Desde la tarde aquella en que partiste
a buscar tus horizontes de ventura
mi vida se quedò muy sola y triste
porque al marcharte, me dejaste la amargura
de vivir sin tus besos y sin tus abrazos
y sin tener una poquita de dulzura.
Si tu vives muy feliz, yo te deseo
que encuentres plenitud en tu camino
que ojalà nunca te duela la nostalgia
de sentir que alguien te espera y que te ama
porque pudiera ser, que si tu quieres regresar
ya no te quieran màs, y ya no tengas cariño.
...

Una tarde serena,
en la que plàcidamente me encontraba
fijando la mirada hacia el horizonte
que con su bella luz tornasolada
iluminaba las aguas de aquel rìo
en las que como espejo reflejaban
los movimientos de las alas extendidas
de las tranquilas aves, que en el cielo volaban.
Yo, me pude imaginar como serìa
si de pronto en mi vida al fin apareciera
la magia de un cariño, y la alegrìa
de sentirme querida y protegida
y yo pedì con ansias infinitas
que esas hermosas aves que volaban
encontraran en algùn lugar lejano
una alma solitaria, que como yo
deseara que el amor a su vida le diera
La alegrìa de vivir, tranquila y sin barreras.
Pero el tiempo es muy cruel, y no me asombra
que aquì yo siga muy sola y olvidada
esperando el cariño tan deseado
que a mi vida tan triste...

En esta frìa y lluviosa mañana de invierno
el la que añoro mucho los momentos que vivimos
y que ya no volveràn, porque tu no estàs conmigo
pues desde que te fuiste, mi vida es un infierno.
¡Como duele saber!, que me dejaste sola,
¡cuanto sufro al pensar! que ya nunca volveràs
Si tu bien sabìas que eras mi amor y mi delirio
pero te fuiste, y se, que yà jamàs a mi vendràs.
En esta gris mañana, que te estoy extrañando
y que me cala hasta los huesos el frìo invernal,
yo siento que en mi vida ya no existen motivos
para vivir felìz, pues ya no estàs a mi lado,
y a mis labios les falta la ternura de tus besos,
y mis ojos se han secado ya de tanto llorar,
mis manos ya no sienten el roce con las tuyas,
mi mente se ha bloqueado de tanto en tì pensar,
y mis brazos extrañan tus tierno...

Como no estàs en mì, yo te siento imposible
y en la niebla nocturna, te veo como la aurora
que me va dibujando tu forma en mi memoria
y me besas con pasiòn, y me haces sentir la gloria.
Tù, me sabes a ausencia y al sabor de las mieles
y como un lazo aprietas a todos mis recuerdos
pero tu eres en mì el amor que no tengo
y aunque no estès conmigo, yo te abrazo y te beso
y siempre en tì yo pienso y estàs en mis sueños,
y al despertar yo siento que en realidad no existes.
Eres el canto suave de una bella esperanza
y no te iràs de mi mente, ni una vez en la vida
porque aunque vueles alto en mi cielo prohibido
y en la noche sombrìa me ilumine tu lùz
y en las grises mañanas, me haga falta tu cariño
nacerà en mi alma el eterno fulgor
y soñarè que llega a mi vida el amor.
...

En este invierno gris
en el que añoro mucho tu presencia,
recordando las tardes
en las que tu y yo nos encontrabamos,
y soliamos hablar
y yo, era muy felìz a tu lado
porque creia que al fìn
el amor a mi vida habia llegado.
***
Yo; no entiendo porquè a mì
me lastima muchisimo tu ausencia,
y me duele saber
que cobardemente te fuiste de mi lado,
y no quisiste volver
y dejaste a mi ser
sufriendo por tu amor,
y viviendo sin tì
con el alma llena de dolor.
***
Y si acaso algùn dìa, tu decides volver
espero que sea pronto, vida mìa
porque mi corazòn, cansado de sufrir
ya no aguanta màs, este crudo dolor
que cuando te fuiste tù, sin piedad le dejaste
ojalà que lo pienses, y regreses a mì
y nuevamente contigo,
le traigas a mi vida, la alegrìa.
***
...

Cuando las sombras de la noche
exprimen bruscamente su negrura,
y muy pesadas y lentas
van cayendo sus gotas,
y en un sòrdido ritmo
se acompaña su queja,
de pulsaciòn pausada,
insistente y muy honda.
Entre estas sombras negras
como piedras de obsidiana,
en donde el ritmo letal
de una sòrdida carrera,
surge de entre el silencio
un grito ronco y fuerte
que refleja en su voz
un dolor muy profundo,
en donde muy triste y sola
se va asomando el alma,
con el dolor a cuestas
y con el abandono,
que en su ser se refleja.
Crueles sombras que apagan
todos los resplandores,
y que enturbian los caudales
cristalinos y puros,
y que obscurecen los caminos
por donde el alma inquieta,
zurca para encontrar,
una luz que la guie,
una mano que la apoye,
un cariño que la entienda
...