Los viejos atuneros del antaño I Las lanchas amarradas, las tascas de los muelles, los viejos en las mesas y el vino del recuerdo: los viejos atuneros de los puertos son vida cotidiana y sin poesía. Les falta la aventura del pirata, les falta la fiereza del vikingo que cruza viejos mares, como entonces. II ...
Los viejos atuneros del antaño I Las lanchas amarradas, las tascas de los muelles, los viejos en las mesas y el vino del recuerdo: los viejos atuneros de los puertos son vida cotidiana y sin poesía. Les falta la aventura del pirata, les falta la fiereza del vikingo que cruza viejos mares, como entonces. II ...
Poema Número Uno Para Su Alteza Real Doña Leonor De Borbón Y Ortiz Princesa De Asturias, De Viana Y De Gerona
Estructura de composición poética: Jofar Zafiro
Estrella primorosa de encanto adamantino,
excelsa joya hermosa de ensueño cristalino.
Tesoro de alegría cual lírica alborada,
princesa admirable de mágica ternura,
radiante primavera de brisa perfumada,
océano de estrellas, de cálida dulzura,
fragante firmamento de límpida tonada.
Princesa talentosa; aurora de hermosura,
insigne flor dorada, de luz fragante y pura,
cascada palpitante de esencia luminosa,
illustre luz perlada de flama majestuosa,
estrella rozagante; presencia glamorosa.
Diamante prodigioso de cálida belleza,
...
Para María Dolores Menéndez López Soneto I DDDDDDEl viento helado que rozó el cabello, Llenándolo de escarcha y de blancura, No osó matar su hechizo, su ternura, Sus luces, sus bellezas, su destello: DDDDDDManchado de granizo fue más bello, Más puro que la nieve cuando, pura, Desciende de los cielos, de la altura, Tan diáfano que el sol luce en su cuello. DDDDDDHiriéronla los años, la carrera, El rápido correr hacia el vacío, Más no perdió la luz de su alegría. DDDDDDSus risas, floración de primavera,...
El viejo barquero
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Sus oros la aurora
dejaba a lo lejos,
detrás de los robles,
detrás de los fresnos.
Cantaba el arroyo
rumores serenos,
y, triste, la niña
miraba al barquero.
Corrieron las horas,
y, al pasar el tiempo,
dejóla a la orilla
callada del Duero.
Las aves cantaban,
y, si no, en silencio,
callada, la niña
miraba al barquero.
Volaron las brisas,
volaron los vientos,
las horas que vienen
y se parten luego.
Y aquellos suspiros
de despecho llenos
oyendo la niña,
miraba al barquero.
Llegó el mediodía
y, alegre el jilguero,
como quien romances,
cantó un canto viejo.
Sus cantos alegres
rompiendo el silencio,
el llanto arrancaron
al viejo barquero.
Y llegó la tarde,
y vio el halconero
en la orilla fresca
los robles y fresno...
El viento helado que rozó el cabello, Llenándolo de escarcha y de blancura, No osó matar su hechizo, su ternura, Sus luces, sus bellezas, su destello: Manchado de granizo fue más bello, Más puro que la nieve cuando, pura, Desciende de los cielos, de la altura, Tan diáfano que el sol luce en su cuello. Hiriéronla los años, la carrera, El rápido correr hacia el vacío, Más no perdió la luz de su alegría.  ...
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