LLLLLas limpias piedras y el ocle el pie desnudo pisaba, si no las negras arenas, nacidas de la pizarra. LLLLLa mano, blanca y hermosa, si, al pisar donde resbala, un accidente temía, apoyaba, sin mirarla. LLLL...
"MAR DE PUERTO VEGA Y LUARCA"
No pudo atreverse el cielo
ni el sol, cuando despertaba,
a herir de la dulce moza
los ojos, llenos de gracia,
desde que sus ojos vieron
los que enseña, a la alborada,
blanca de nieve y granizo,
si de nieves se derrama;
desde que la descubrieron
sobre la altura callada
del cielo que duerme y llora,
hasta que despierto canta;
desde que besó su pecho,
desde que besó su falda,
desde que besó sus labios
que nadie nunca besaba.
Tejiendo estaba las redes,
siempre tan enmarañadas
que suelen las niñas buenas
deshacer esas marañas),
mucha paciencia mostrando
en tener que descasarlas
para volver a tejerlas,
como todas las mañanas,
y el sol, anuncio de fue...
LLLLLNo pudo ser más hermosa, más dulce, más inocente, el alba, cuando a los cielos se asomó con sus pinceles. LLLLLY por buena tejedora los campesinos la tienen, que con su luz las alturas parecen de helada nieve. LLLLLMuchas veces los muchachos hallan la escarcha doliente en la callada Atalaya, tras claros amaneceres. LLLLLY, como mares de plata, quiere la aurora sonriente ...
"MAR DE PUERTO VEGA Y LUARCA"
No pudo atreverse el cielo
ni el sol, cuando despertaba,
a herir de la dulce moza
los ojos, llenos de gracia,
desde que sus ojos vieron
los que enseña, a la alborada,
blanca de nieve y granizo,
si de nieves se derrama;
desde que la descubrieron
sobre la altura callada
del cielo que duerme y llora,
hasta que despierto canta;
desde que besó su pecho,
desde que besó su falda,
desde que besó sus labios
que nadie nunca besaba.
Tejiendo estaba las redes,
siempre tan enmarañadas
que suelen las niñas buenas
deshacer esas marañas),
mucha paciencia mostrando
en tener que descasarlas
para volver a tejerlas,
como todas las mañanas,
y el sol, ...
"MAR DE PUERTO VEGA Y LUARCA"
No pudo atreverse el cielo
ni el sol, cuando despertaba,
a herir de la dulce moza
los ojos, llenos de gracia,
desde que sus ojos vieron
los que enseña, a la alborada,
blanca de nieve y granizo,
si de nieves se derrama;
desde que la descubrieron
sobre la altura callada
del cielo que duerme y llora,
hasta que despierto canta;
desde que besó su pecho,
desde que besó su falda,
desde que besó sus labios
que nadie nunca besaba.
Tejiendo estaba las redes,
siempre tan enmarañadas
que suelen las niñas buenas
deshacer esas marañas),
mucha paciencia mostrando
en tener que descasarlas
para volver a tejerlas,
como todas las mañanas,
y el sol, ...
No vueles, ruiseñor, hacia los cielos Que se hacen más azules en verano, Ni escapes, golondrina, de mi mano, Llevada por la brisa y sus desvelos. No corras, herrerillo, aunque tus vuelos Te dejen alcanzar lo más lejano, Ni escales, carbonero, el aire en vano De donde caen las nieves y los hielos. No partas, ave blanca, si tu nido Lo tienes junto a mí, donde la tierra Se alegra de tu voz y tu sonido. ...
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