El amor está bien pegadito a la piel
no existe poro, bello, cicatriz, sin miel,
sabe a sudor néctar de seres humanos
contactos, caricias, de labios cercanos.
Tu boquita cueva de húmedo lamer
lengua que adivina, vehemente, el placer
un roce que hechiza la tersa mejilla
magia que se siembra cual fresca semilla.
Se tocan las almas sentir de cariños
los ojos, pestañas, que se brindan guiños,
cejas que celebran bajo de la frente
el rubor, sonrojo, del deseo ardiente.
Que fino es tu cuello suavidad su sello
que me hace un enredo, enlace y destello,
a la vez que boca, voz, lindo sonido,
me dicen: ¡me encantas!, eco repetido.
Las manos aferran sedosos cabellos
se juntan las caras, los gestos, res...