Ínclitos amigos
aupemos denuedos
semejando las hormigas
amagando anhelos
empleemos esfuerzos,
amando la vida.
Con tesón y tino,
con la esperanza debida
revolucionando el destino
con fe en el AMOR decidida
con energía encendida.
Construyendo caminos
en el andar sin pausa,
tras el sendero divino
cultivando las almas.
Edgar Carrillo
Amor
y
paz
esperanza
con fe
año a año.
Una lágrima despeja
el entrecejo,
baja, baja
rebota al pecho
sale del alma:
Una lágrima y un recuerdo
en su justo tiempo
empezando cada jornada
de amistad en unción.
de lazos
retribución,
abrazos
y
amor.
Ya no más,
a veces pienso;
pero, si: todavía queda:
Sí: el decir: lo siento.
La expresión de la queja:
El sutil lamento,
se arruga la ceja,
con desconsuelo:
¡AY AMOR! ¿ME QUIERES?
EDGAR CARRILLO
Hacia la eternidad
enrumbando el camino,
con esperanza y paz,
con el amor como sino. El abrazo del amor
empezando en su justo tiempo
con devoción
con sentimiento
con cada emoción
cultivando el alma,
en pos del sendero divino,
en el andar sin pausa
construyendo el destino, recorriendo el cuerpo
despertando a la pasión
de su adormecimiento
como un divertimento
amando la vida
con energía en los manos,
como flama encendida,
en el decurso de los años.
En cada ocasión
en el preciso momento
en que se enamora el corazón,
así es la justificación y el fundamento.
Como las hormigas,
del invierno al verano,
siempre trabajando,
y la pereza en vano,
y el querer cultivando. Desde que nace el ser y la creación
sembrando la sutil misión del amor como sacramento.
EDGQAR CA...
Guiando a la vida
En honor a la familia.
De gloria y armonía
De sublime rubor.
Viva la naturaleza
Con el alma encendida
De las flores preciosas
Con gran alegría
Y con sutil belleza
La felicidad comienza
Con la luz de las estrellas
Por el camino del amor,
Como la de las mariposas
Y la paz del día.
Se oye una sinfonía
bajando del cielo,
con el albor del día
y de un sutil anhelo
por alcanzar un sueño.
Edgar Carrillo
Recoges la armonía
con la mirada,
con la celosía
en cada mañana.
Un sol radiante,
sonríe enamorado
y nada arrogante,
comienza la jornada
Y la paz del día.
En honor a la familia.
la labor comienza
como la vigilia
de un hada travieza
De gloria y armonía
Como la de las mariposas
van volando las horas
y la vida pasa
ligera, ligera,
bañada por la brisa.
Viva la naturaleza
De las flores preciosas
Con gran alegría
Y con sutil belleza
La felicidad comienza
Con la luz de las estrellas
Guiando a la vida
Por el camino del amor,
Con el alma encendida
De sublime rubor.
Las almas solitarias
juegan al arco iris.
y con gran donosura,
revolotean las ibis,
sus melancólicas asechanzas
apenas si coinciden.
A veces, en las alturas
cual astros se persiguen,
de los imposibles amores.
la sempiterna vigilancia
pasan días y noches,
Sembrando la nostalgia
al Sol que te seduce.
acércate, Luna amada
Agua de la mar salada,
agua del río dulce,
afluentes y cascadas.
formando lagunillas,
De sus ojos selenitas,
se posan sobre el mar,
sintiéndose morir
ni siquiera acariciar,
No la puede asir,
mil gotas níveas emanan
no pierden la esperanza.
sus ansias afligidas,
le sigue a la distancia,
La Luna, compungida
la aguarda el añorar.,
allá en su consciente,
solo puede llorar.
Sus lágrimas ardientes,
se acercan y la abrasan.
sus rayos encendido...
Al fuego de la más leve centella,
La mirada del sol brilla.
¡Al acariciar la voz del viento!,
a la sutil brisa.
En un recuerdo... las huellas de una estrella,
Bajando raudo del cielo.
Con el lecho amoroso en la cabeza,
¡Coronando la razón del sueño frágil!
Quien extraña desde que te encontraba,
con dudas y certezas
Solo un visionario ágil
y vate que intenta ver tu alma.
Quien duerme cuando ve tus ojo al alba.
Mi árbol con el musgo susurrante, mudo.
Por la pared con las lluvias asoladas,
con la bruma de escudo.
Mi montaña desplegando máscaras
Tú el corazón cual cause desbocado.
Por estar prometiendo al candil, flamas,
de pasión enamorado.
Como buscando seducirte con mi mirada.
Yaces sola en el firmamento
Como buscando tu media naranja,
buscando a un descubrimiento. ...
Cielo color azul,
celosa la frágil hierba,.
Con la tempestad de cántaros y rocas,
bajan las gotas,
rebotan
sobre las hojas,
sumiéndose al escondrijo,
curvando las lomas ,
engalanando los espesos helechos,
largas olas del invernal reposo,
por el dolor completo callado. una vez, con la mirada,
llega y sacude,
¡Qué deja seco al fuego!
Hirviendo al bálsamo sangrante,
del árbol de la vida.
Al día siguiente, con el nivel amargo El frío quéma al alma. La mirada, marca a la luna
como temblor de huracán.
Mueven las ruedas, los caballos.
Al bajar la escalera,
Tormenta de barrancos,
¡La camiseta roja,
lágrima rota!
Viento de cuevas
como explosión de volcanes,
¡La puerta golpea con la ventana,
a las animas esfumadas!.
A media cuadra del acontecimiento,
En la ...
El sol ágil,
del mundo se apodera,
tras el sendero divino
cultivando las almas.
El pasado creció palpitante,
obstinado, aupando esfuerzos
como las hormigas,
casi sin aliento,
goteando la obscuridad abierta. Con esperanza y paz
enrumbando el destino
hacia bosques del aire,
en pos de las semillas,
Una mañana, del amanecer,
la flecha delante, inhalando,
el olor del terruño, de hormigas,
patitas en puños.
Esforzadas ,vivas.
Edgar Carrillo.
Arriba amigos
aupando esfuerzos
como las hormigas
con muchos anhelos
con fuerza y denuedos,
amando la vida. con amor como sino,
con esperanza y paz
enrumbando el destino
hacia la eternidad
con energía encendida
Construyendo caminos
en el andar sin pausa,
tras el sendero divino
cultivando las almas.
Edgar Carrillo
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