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(04/11/2015) - Enviado por
MIARAEn el cielo las nubes
rebaños semejan,
de ovejas blancas que pastan
sin ser veladas por pastor,
rumiando tranquilas y quietas.
Las grises, tienen
forma de coyotes,
que aullantes corren,
fantásticas criaturas salvajes,
al impulso del aire, cortante.
Palacios se elevan
cuyas almenas se deshacen,
para formar playas desiertas
donde navíos fantasmas
enarbolan sus velas
para naufragar en ellas.
Caras de aspecto humano,
severas como la de dioses
que en la antigüedad se adoraron,
se forman, reforman,
hasta convertirse en estampida de caballos,
que se desplazan a lento paso,
mientras se recortan, como chinescas sombras,
las aves que abandonan los pastos,
reclamando con sus picos
que el otoño naciente
les de un buen trato....