| No he de vivir si no siento. Buscaré mi camino por rocosos vericuetos, curtiré mi piel con el sol, la lluvia el viento. Afrontaré mi destino sin tener en cuenta el tiempo. Sufriré en mis carnes los embates de la vida, buscando la paz y el sosiego donde quiera que ello exista. Reiré, lloraré y amaré según lo pida el momento, poniendo en ello mi fe y todos mis sentimientos. Asumiré los pecados en mi paso por la vida, y lloraré sin reparo por mi alma arrepentida. Soy sensible... por que sí no reniego ni disiento pues si bien, me hace sufrir soy feliz, porque yo... siento. He sentido en mi rostro esa brisa helada que antecede a la muerte. He visto de cerca, el túnel oscuro que lleva directo a un mundo creyente. Se ha perlado de un frío sudor mi arrugada frente. Y, mientras mis ojos miran sin ver, desde lo más profundo de mi ser ansío llegar a la luz en el fondo de ese túnel, que me guíe y de calor y me muestre al creador que mis pecados juzgue. Que son muchos ¡ya lo sé! y como torpe ser humano yo, pido perdón -me siento como un gusano- y estoy arrepentido de tener llenas las manos, de promesas incumplidas de los amores mundanos de rosas con sus espinas de los miedos, y los llantos. Y, como quiera que la muerte llega tras la vida, en esa transición dadme una mano amiga para partir, con amor.... Para Susana, de su padrino. Momentos tiene la vida que alzando la vista al cielo, esbozas una sonrisa y das un 'gracias' sincero. Gracias por vivir, por sentir por amar y compartir. Gracias por el día de hoy, Susana. Por tu vestido blanco. Por ese hombre bueno que te adora, y hoy te desposa. Por tu cara iluminada de felicidad. Por esa sonrisa abierta, de niña con zapatos nuevos. Por esos nervios que no te dejan parar. Por el brillo de tus ojos que miran a todas las partes y no ven. Y, que sin saber por que, aflora en ellos una lagrima rebelde que, al mezclarse con el rime traicionero de tus pestañas, va dejando en tu linda cara un rastro de felicidad que, ni quieres ni puedes disimular. Mis brazos fueron la brisa que mece la espiga en flor, y en ellos yo, te acunaba con ternura y con amor. Miro al cielo y doy las gracias po... Soplo de brisa mece mis sueños trae los olores de algo irreal, fue tan fugaz, el cantar de sirena que no estoy seguro que fuera real. Testigo de blanco rizo espuma, del litoral dí, que no sueño despierto que esa sirena que vino del mar bebiendo en mis labios se hizo carnal. Y, al gozar de sus favores me deje llevar. Fuí, fiel amante besé sus cabellos, sus ojos, su cuello su busto, su bello... sus labios de sal. Y, al llegar la noche, interpelé a la bruma ¡no fue sólo un sueño! yo amé, de verdad. El cielo es testigo del juego prohibido la luna me dice, que fue realidad que huellas recientes que están en la arena contienen escamas que van hacia el mar. Entorno los ojos y escucho en silencio la brisa me hable... traduce un cantar: 'Con pasión te amé... me sentí mujer gocé con tu risa, tus ansias de niño tus suaves ca... A mi buen amigo José Antonio ... Hoy, no me habléis de amor de dinero, o poder mis ojos ven hoy la vida como esa hermosa mujer que hoy te ofrece sus caricias y te apuñala después. Un amigo se debate entre la vida y la muerte, y, me siento tan dolido tan torpe, tan desvalido que llorando como un niño cuando nadie alcanza a verme, mi conciencia se revela y la sangre se me enciende. Y, quiero gritar ... y no puedo no puedo darle mi fuerza ni transmitirle mi aliento, quisiera darle mi sangre transportarle a otro tiempo -cuando los dos junto al mar- nos contábamos los sueños. Sé, que estamos de paso que esta vida se acaba más... no tengo consuelo por que mi amigo, se apaga.... Dime, que tienes conciencia de lo que está pasando. Que escuchas el latir de mis sienes. Ves el brillo de mis ojos. Y sientes el tic. tac. de mi corazón gozoso que se abre al amor. A ese amor maduro que deja atrás ese muro que supone nuestra infancia, ¡en la que ya te amaba!. Amaba tus pecas tus largas y bellas trenzas tu sonrisa picaresca y esos ojos color miel. Te amaba y... te amo compañera de la infancia, más ese amor ha cambiado se ha tornado más osado y perdido la inocencia. Te deseo a mi lado para hacerte confidencias, -no de juegos ya pasados ni de cuentos o rabietas- te quiero siempre a mi lado compartiendo nuestras vidas alegrías y pecados. Dime, que tienes conciencia de este amor que ha despertado.... Una lágrima se desprende de mis ojos resbala por la mejilla y cae sobre la quilla de un barco de papel. Y, lloro por mí por mis penas y alegrías por conocer otro día, por tener el cálido aliento de una hermosa mujer. Se ha mojado mi barco -mi velero de papel- con el jugaba de niño con el los mares surqué, inventando mil batallas y aventuras a granel. Con el fui pirata, almirante, timonel con el forje mi fortuna -la fortuna de los sueños- de los sueños... de papel. No pretendo ser poeta ni tampoco escritor, yo quiero ser, cuenta cuentos ¡cuenta cuentos, sí! y trovador. Y cantar por los caminos dulces trovas al amor, cantar también a las flores al cielo, al agua, al sol y, a esa picara mocita que muestra con gran descaro ese cuerpo abrasador, capaz de fundir las vielas de este humilde trovador. Y, sueño con muchos niños de carita inteligente con la boca entreabierta y los ojos relucientes, -pendientes del cuenta cuentos- esperando sorprenderse con miles de cuentos nuevos de fábulas disparatadas y de historias sorprendentes. Que el vivir con fantasía te hace bien, y te divierte. Quisiera ser mensajero de noticias siempre buenas de alegrías y de paz, quisiera cantarle al viento o, contarle un cuento más, y extender por esos mundos la gran necesidad de amar. Y, aplicándome al cuento... Vagabundo solitario errante del mundo, alma en pena y siempre sola. Dime tú, que tanto has visto tú, que no tienes cadenas tú, que sin familia ni empleo no conoces de hipotecas ni de pagos que te venzan a treinta, sesenta y noventa, tú, que por no tener nada nada temes y nada esperas, tú, que al no estar atado a esa pesada cadena ves con distintos ojos todo cuanto nos rodea. Dime todo cuanto has visto háblame, de las cosa pequeñas -que pequeños somos todos aun soñando con grandezas-. Háblame, de tu tiempo perdido descansando en la floresta, con una brizna de hierba en tus labios bostezando tras la siesta. Dime, si todavía las flores en su despertar matutino, parecen llorar gozosas con las gotas del rocío. Dime, si aun trinan los pájaros si se arrullan en sus nidos si se comen las migajas los tragones gorrioncillos. Dime... Viento que viene del norte y esparce en mi tierra semillas de guerra en surcos de muerte. Viento que viene del norte con malos recuerdos de viejas rencillas, antiguos rencores y heridas de muerte. Viento que viene del norte que dicta doctrinas y viejas consignas, pintando con sangre pasquines de muerte. Viento que viene del norte que lleva consigo acero y metralla, que arrasa la vida y siembra la muerte. Viento que viene del norte que trae los olores de seres mezquinos política errónea y pactos de muerte. Viento que viene del norte respeta a tu hermano restaña la herida abraza la vida y destierra la muerte. Viento que viene del norte antaño tan puro y el más distinguido, recobra tu juicio y vuelve a quererte.... | | |