Forrexter

He perdido la cuenta
de las veces que te he visto
desde que te conozco;
de las que hemos hablado;
de los brindis que hemos hecho;
y de las cosas que nos han hecho reír.
Se me escapan de la memoria
los momentos contigo,
incontables como los granos de arena.
Pequeños tesoros
con los que me obsequias
de tarde en tarde
y que, no obstante,
se me antojan muy pocos...

No tengo porqué permanecer,
no tengo dónde marchar…
el tiempo de luchar se diluyó
en el viento y ya no sé
por qué hago esto y no otra cosa.
Estoy pensando en ti, como siempre
y en las opciones con las que podría contar,
mientras el mundo se desmorona.
Ya no soy, de momento.
Ya no me encuentro ni siquiera en mi piel
y me pregunto dónde me lleva
la ausencia que maldigo y que me anula.
Estoy pensando en ti, como siempre,
pero no sé hacia dónde ir,
ni si debiera marchar.
Y así me detengo y observo
y escucho, pero no me muevo,
porque ignoro hacia dónde encaminar mis pasos.