PATARATEROS
Si sí nos condena el polvo de las cañerías,
Con las alas que se hacen bancos
al perder los floreros fragmentados.
Fueron ciertas las nieblas. Aún vive
una alfombra en la hojarasca
que olvidó todos los hilos
y las estepas
aunque ninguna mariposa.
Las tardes,
los tordos tardos,
engalanan, azucarados, hortalizas, dispersas,
y el escombro
con un alfiler de sal arrodillando al sol
entre botellas derretido.
Porqué así embairíamos al peine carcomido
entre frutales desprevenidos
con arrobo de espejuelos
cada nieve que mantiene acalorada
el rubor en la orilla
simples minutillos hechos astillas
banderolas para vampirear impávidos
esqueletos y óleos turbios.
Habiendo embaído al viento
ar...