La mejor de mis navidades la viviré, si Dios quiere, este próximo diciembre del dos mil doce; porque en esas fechas mi nietecita Marijose va a tener casi un año y medio de edad.
Aunque es bien portadita, ya me la imagino queriendo “ayudar” en la colocación y adorno del árbol de navidad; la veo rompiendo las esferas, jugando con las figuras del nacimiento o queriendo cargar al Niño Dios y darle su mamila (ya lo hace así con un bebé de juguete que tiene).
La sueño sentadita a la mesa en la cena de navidad alegrándonos el momento con sus gracias, risas y ocurrencias.
Voy a ayudarla a escribir su carta para Santa Claus, ya la miro abriendo sus regalos.
Pienso enseñarle el significado de la navida...
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