Cada noche, mi amor,
me dedico a desnudarte lentamente...
Tu ropa,
esa funda inutil
que aleja tu piel de mi piel,
va desapareciendo prenda por prenda
hasta no quedar nada que estorbe el contacto,que impida quemarme con tu calor...
Entonces, solo entonces,
me acuesto con tu ausencia
a la que a veces incluso,
perdoname,
le doy forma de mujer.
Me equivoqué hace mucho tiempo.
Tal vez fue cuando tu luz me encegueció
y creí ver en ella algo inexistente, irreal...
No debo culparte, el error fue mío.
Nadie va por agua al desierto,
no se busca calor en el hielo...
Solo yo, idiota iluso empedernido,
creí hallar el sol
en el destello de tu estrella fugaz...
Mientras transito los caminos del olvido, teniendo por única compañía la soledad que provocó tu indiferencia, la suave brisa de la tarde acaricia mi rostro, trayéndome el recuerdo de tu voz... Más tarde, cuando se cierra la noche y las estrellas florecen curiosas, mi cuerpo se estremece, al sentir desde muy dentro, el frío que causó tu adiós... Juan Leandro Alzugaray
Todo es confuso... La maldad se mimetizó de locura, y hay en la tarde gritos, dolor, opresíon... Me refugio en la libertad del encierro... Saturado de enojos grises, de ejemplos descoloridos deseo no escuchar más verdades falsas, no creer de nuevo mentiras dudosas... ¡Calma!... Aunque es tarde, con mis ganas cansadas, Intentaré llegar... Juan Leandro Alzugaray
El vacío es la soledad, que se apodera de mis manos cuando buscan esperanzadas el paraíso de tu piel sin encontrarla. Entonces, las caricias ingenuas, o conformistas, se suicidan en un sueño, en un sueño recurrente, en un sueño burlesco, en el que vivo encarcelado desde que dictaminaste tu adiós... El vacío es la angustia del abrazo sin contenido cuando por las noches mi pasión te necesita y se pervierte, dejándose sobornar por la imaginación que te recicla, una y mil veces para darle a mi piel un poco de paz... El vacío son los días, que transcurren lento, que se arrastran, haciendo sangrar los minutos mientras siento que en esta nada nada puedo esperar... El vacío es esta tristeza, llena de ausencia, de dolor, de desesperanza... El vacío es el juego solitario de tener que seguir jugando pero sin tí... Juan Leandro...
Buscaba lo que no encontraba y al no encontrarlo me encontré. Me encontré con mi imagen borrosa, reflejada en el patético recuerdo de mi amor suplicante y tú burla continua. Me encontré con la soledad del cansancio, arrastrándose en mis ganas marchitas. Con mis manos vacías, teñidas de la humillación de rogar lo que tu tabla de valores no supo valorar. Por eso me voy, me voy pero vuelvo, vuelvo recurrentemente al recuerdo, lo transito como una calle cotidiana que me lleva siempre al mismo lugar, a un lugar ausente, a un lugar sombrío, a un lugar solitario, tan solitario en el que ni siquiera yo estoy. No entiendo, el tiempo pasó lento pero esta fotografía desteñida de mi vida sigue vigente, aunque su marco descolorido me indica lo que no deseo ver y las risueñas telarañas que la cubren se jactan de...
Espero tu llamado... Gigantescos segundos me oprimen, monstruosos augurios me arrinconan Estoy solo... Mi mente intenta rescatarme del vacío; mi fracaso, lucha por retenerte Nieve de ausencias... Tu imagen es impotencia, que me recuerda el olvido Descubro que ya es tarde... Tal vez todo simplemente consista en recordar olvidarte... Juan Leandro Alzugaray
Ya no te esperaré... Has dictaminado tu sentencia y no existen motivos de apelación. Sé que desde hoy debo intentar subsistir. Antes de olvidarme, archivaré tu imagen entre otros recuerdos y, tal vez, hasta te dedique alguna lágrima... Ya no te buscaré... Me prohibiré extrañarte, y en noches de agonía, cuando no pueda remediarlo y sienta la imperiosa necesidad de abrazarte, revisaré mis diccionarios buscando el motivo de tu ausencia y luego, frustrado, charlaré con mi locura para preguntarle por ti... Ya no te veré... Mis ojos buscarán en el vacío algún indicio que prometa el regreso y más tarde, solos en la nada, se cerrarán con la esperanza, tal vez, de soñarte... Ya no te llamaré... Emprenderé mi viaje sin destino y, conciente que palabras gastadas no podrán conmoverte, cerraré mi boca co...
Me has dejado de escribir, ya nunca me has llamado, es muy fácil discernir que de mi te has olvidado... ¿Porqué entonces no te olvido?, ¿Será que tu amor dejó huella?, en medio de este gran sin sentido deambulo ciego, busco tu estrella. En mi enorme soledad, duele no poder amarte, tendré que aceptar la verdad y dedicarme a olvidarte Juan Leandro Alzugaray
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