Hoy es para mí un día especial porque vamos a encontrarnos
en la primera cita luego de un largo paréntesis sin vernos. No preciso
buscar ni preguntarme el porqué de esta alegría; lo sé muy bien
No importa cuánto tiempo haya pasado sin haber cruzado
una sola mirada entre nosotros, ni si extrañamos las palabras
que dejamos de pronunciarlas en nuestros oídos. Las astillas de vidrio
de la casa que una vez habitamos como si fuera una mansión
inigualable en ninguna parte y en ningún tiempo, se esparcieron
a lo largo y ancho de ella, se incrustaron en nuestro interior,
abriendo profundas grietas en las paredes del corazón.
No supe de un dolor igual....
Qué hicimos mal para que termináramos así
aquello que teníamos pensado desde siempre,
no fuimos capaces de contener su dimensión
entre las frágiles paredes de nuestro corazón
Por qué no vislumbramos sus señales primerizas
por qué no escuchamos nada de sus advertencias
por qué no le salimos al paso cuando todo empezó
para inundarnos con el peso de su avalancha
Nos faltó el valor o tal vez dejamos crecer el miedo
como una sombra que nos parecía omnipotente,
o acaso nos sentimos impotentes para enfrentarlo
y nos encerramos en nosotros para ignorarlos
Una y otra vez repaso cada momento íntimo
de cuando conversábamos sobre el...
El día se recuesta en un silencio de luces que los grillos rompen con su cantinela Un horizonte de algodón asido a las paredes el sol que persigue las sombras esquivas Gritos de infantes de algún parque cercano surcando los aires traviesos gorriones Un hilo de agua calle abajo que fluye en un final de viaje sin retorno...
El sol perdido
No quise llamarte por no tener
después que arrepentirme
Los meandros de la vida se extienden
como brazos de octópodos
Desfallecí en el intento por saber de ti
de tu ausencia de tu silencio
Me mordí mi propia lengua al tiempo
que supe de la sangre su sabor
De las vigilias más atroces
apoderarse de mis abstracciones
Qué no quise escribir hacer decir
a fin de liberarme de tamaña congoja
Cuántas ideas no sobrevolaron mi mente
como cuervos al acecho
No supe qué camino andar en mi laberinto
ni hallé salidas puertas ni ventanas
Permanecí atado de pies y manos,
la lengua dura la mente obscura
Me amarraron a una risa congelada
sin reencontrar mi sol que fuiste tú...
Estás triste...
Ahora estás triste, sola, sin nadie
que te apoye
que te diga algo, que te haga reír
aunque no quisieras hacerlo
Ahora todo el mundo está desierto
mientras tú llena estás de pena
de esa que se vuelve lágrima y se derrama
sobre tus mejillas, moja tus labios
entra en tu boca y se pierde
por tu garganta seca y muda
Sabías de su amargo sabor antes de esto
pero ahora lo es mucho más
porque te va quemando todo por dentro
Ahora nadie aparece a enfrentar tu soledad
contigo. Tus desiertos te pertenecen solo a ti
con su dimensión de sol, arena y cielo
Ahora tu tristeza se derrama por fuera, por tu cuerpo,
te moja, te baña, te ahoga,
te derrite, te vacía, te deja piel y huesos,
ojera...
La luna enamorada vierte su luz sobre el océano herido de amor que responde a su tierna llamada reflejando en él su resplandor.
Le cuenta sin palabras con su blanca energía callada que le espera cada noche como amante lleno de vida, de secretos entre sus aguas, y le pregunta grande y silenciosa si aún con tanta bendición, tanta alegría entre sus mares, aún sin poder jamás tocarla, si él también desea amarla, y el océano se manifiesta, embravece su profundidad ...
El candil se ha apagado y obliga a surgir la oscuridad que procede a su acostumbrada incursión en el ánima. Escudriño con la vista ciega por la habitación, y pregunto a través de la ventana por el regreso de su llama. Un ínfimo resplandor del día aún permanece . Lucha por escribir su recuerdo en la línea del horizonte, y en su derrota, un velado mundo lejano aparece. En la negrura otra vida simula tomar forma. Cada estrella se recitó en poemas como una lágrima, ...
El aroma del café inunda la casa,
junto a la taza, un par de arepas calientes,
un huevo duro y jugo de naranja
En el radio suena el saludo mañanero,
el gato echado a los pies de la mesa
oteando el ambiente, canturreando,
por el ventanal del patio asoma el sol
Y tú, fresca, sonriente, invitando
a desayunar como si fuera domingo
cada uno de los días a tu vera
diciendo, para que no me olvides...
&...
La puerta entreabierta Dejé la puerta entreabierta para que entraras sin esperar afuera Todo me parecía importante cuando lo relacionaba contigo: el orden en mi desorden, las flores los muebles de la sala, mis libros la ropa de cama los vasos el jugo el baño la cocina la mesa el tiempo que se hace más largo en la espera que no se acorta como uno quisiera Me preparé desde hace días para este día y hoy, temprano, ...
El sol se filtra por entre las nubes pesadas y espesas. Unas hebras unen el suelo al cielo. No lejos, obscuros nubarrones vigilan inquietantes. La ventana solar no pliega su celosía, alumbra hasta entrar en su alcoba la nocturna dama. Deja el calor de su luz en el corazón de los hombres que olvidaron el encanto de una sonrisa, por amarrar sus días al pasado Siempre amanece para recordarnos que aquí estamos, que todavía somos, que aún hay tiempo, incluso para amarnos ...
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