A la memoria de Omar Jayyam

Bebe purpúreo vino, Jayyam,
mas aparta de ti la tristeza,
la pena, la inexistencia… la muerte.
¿Ves esa linda ánfora
con sus brazos en jarra?
Espera de nosotros
que la invitemos a bailar,
que gocemos con airoso baile,
que cambiemos la nada
por la serena sabiduría.
El universo, gracias a la intuición,
ya no pertenece a los dioses,
sino al espíritu de hombres fascinados
que se atreven a configurar
lo hasta ahora inabarcable, lo eviterno.
Tú y yo, sentimos el amargor de la vida,
aunque uno de los dos
busca consuelo en la copa de vino.
Somos devotos de la razón,
de los principios inalterados,
de la intuición que se alza por encima
de todo convencionalismo.
El lenguaje, libre, dulce, claro,
nos reúne en la autenticidad:
somos intérpretes de la conmoción mundial.
Abominamos las hipocresías,
los tan falsos como espurios elogios,
y a quienes, de un plumazo,
pretenden sofocar la vida interior.
Lejos del ambiente ruin y fanático,
y de las negras supersticiones,
situamos nuestro libre pensamiento,
iluminado por la realidad del devenir:
somos Janos, en todo momento.
Breve es nuestra vida,
como las rotaciones de nuestra órbita:
cumplimos una misión,
tú, como poeta iraní;
yo, como poeta español,
que va mucho más allá
de los momentáneos enfoques.
De este mundo real
mostramos sus verdaderos atributos;
de la materia, todo lo que podemos pensar.

Juan-José Reyes Ríos
Extracto del poemario “Fábula y poesía”.
Web: http://www.galeon.com/jjreyesrios