Usuario - - Acceso de Usuarios | Jueves - 28.Marzo.2024 |
Estás en: Poetas noveles Acabo de escuchar que te marcharas pronto. Sentí un golpe en la frente y un peñasco en la garganta. Sentí desvanecerme, morirme y quise irme contigo, acompañarte: ¡Todo acabo, pensé¡ En un instante, mi mente recorrió mil imágenes de ti y de mí juntos, compartiendo muchos momentos únicos, tan hermosos. Entonces, amor, lloré. Lloré mucho, tanto que sé que Dios, al ver que mi dolor era tan grande, se compadeció de mí y, queriendo consolarme, me habló. ¿Sabes una cosa, amor? El no pronunció un discurso, ni me dijo cientos de palabras de aliento. Solo me aseguró, con su mirada tan llena de ternura ¡Qué estaríamos bien! Tocó mi corazón, fue suficiente: sentí en ese momento una infinita paz. Cuando eso sucedió, supe que estaríamos bien, aunque tú te fueras. Supe también que, de seguro, continuarías cuidándome, a pesar de las distancias. Amor, ya no pienso que todo acabó. Ahora sé que Dios guarda un lugar muy especial para ti y para mí. Para los dos. Por eso es que tú eres desde hace tiempo mi único camino. Y por eso, amor, sí te vas... lloraré y te extrañaré. Pero además, amor, ten la certeza de que aunque te vayas, te quedarás como una hermosa huella en mí y, ten por seguro, que no he de olvidarte. |
v.03.15:0,794 Novedades Contacto buscador Mapa web GestionMax | |
© RedGiga - 1998-2024 | Aviso Legal | Política de Privacidad | Publicidad |
Uso de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestrapolítica de cookies. Aceptar