Usuario - - Acceso de Usuarios | Domingo - 08.Septiembre.2024 |
Estás en: Poetas noveles CASADA INFIEL Mujer hermosa, rozagante de corpiño grande y frío Creyendo que era soltera, mozuela del pueblo junto al río Con mirada de reojo, le puse cita en el colgante del olvido Casada con el alcalde, toda una señora fiel ha permanecido Pasada la medianoche, soplaba un viento que acariciaba lo dormido Allí en la mitad de aquel puente colgante, el amor oscuro perdido Con los rayos de luna, el precipicio hiela la sangre con pasión querido Con su bata blanca, me dio miedo, verla traicionar a su marido Se apagaron los faroles de luna y se encendieron los míos Se calmaron los vientos, desprendiendo huracanes de emociones perseguidos Con mis brazos la arropé, tocando sus pechos tibios de aureolas dormidos Su enagua almidonada rompía el silencio, agitando lo encendido El puente se estremecía, rasgando la seda de su vestido Los árboles en el precipicio crecían, querían ver de noche lo desconocido Lejos del caserío, se oían ladrar los perros que acechaban el río Ella se quitó el corpiño y yo el revólver que colgaba del cinto escondido Pasada la medianoche, la pasión se acaloraba de nuestros cuerpos deseados Nunca había visto un cutis tan hermoso y fino de albores soñados Los senos como volcanes, erupciones de lava sangrada Su monte de venus, selva del precipicio de néctares poblada Las tablas de aquel puente crujían, al vaivén de nuestros cuerpos unidos Aquella noche recorrí el mejor camino de amores queridos Penetrando en el edén furtivo, de aquella esposa infiel, de todos prohibido Poseyéndola una vez más, del colgante, el elixir de mis suspiros Mujer preciosa, que se desboca en espumas de pasiones desbordantes Sin sábanas, ni edredones, ni almohadas de colchones Agita su cuerpo de emociones, tirada en las tablas del puente sus traiciones Entre sollozos nos dormimos, pensando en la reacción de su marido Las murmuraciones corrían en el pueblo, como brisa fresca de primavera La esposa del alcalde se la juega, con un forastero, en las noches del puente crujiera Las citas se hicieron eternas, de aquel colgante se hizo prisionera Risueña de mil amores, mirada de picardía, en brazos de otro hombre durmiera Una noche la pasión, sus cuerpos a la luz de la luna, la emoción proseguía El colgante, con vaivén fuerte se estremecía, presagiando que los encontrarían Desnudos y entrecruzados, parecía que el amor nunca desaparecía El corrillo de gentes, agazapadas del villorrio, en plena faena los maldeciría Unos disparos sonaron, haciendo eco en el desfiladero del suplicio Rodaron por el puente los cuerpos sangrantes al fondo del precipicio Los gritos agonizantes, rompieron el silencio del bullicio del maleficio Cabizbajos con sus piyamas blancas, los chismosos regresaban del amanecer al caserío Nadie los rescató, solo quedó allí una flor como testigo del martirio De la esposa infiel, que por pasión de amor se la jugaba a su marido . “Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga marzo 04-2017 |
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