-DÉBIL SOY-

 Débil soy... ¿ Por qué te asombras ?

Débil soy ante el dolor,

por estar enamorado,

por darte mi corazón,

por poner mi último aliento

y mi última pasión,

en éste amor que no es nada

porque en tí no floreció.

Débil soy como la copa 

de cristal que se rompió;

débil por haber creído 

en lo que nadie creyó

y por haberte querido...

Débil sí, yo débil soy

por decir que siento odio

cuando en verdad siento amor.

Débil por querer besarte

como nadie te besó

y ni siquiera intentarlo

cuando tuve la ocasión,

por sentir éste deseo

esta tremenda pasión

y no poder demostrarlo,

por éste absurdo temor.

No necesito consuelo

ni tampoco compasión,

hay una mezcla en mis venas

echa de sangre y rencor;

por poner mi último aliento

y mi última pasión,

en éste amor que no es nada

porque en tí no floreció.

Débil sí...quien lo diría,

soy débil como el carbón

que le acercas una llama

y muere en su combustión...

por estar encadenado

con alma y con corazón,

a éste cariño que llena

todo de desilusión;

que mas que amor es cuchillo

salvaje y desgarrador,

que mata mi último aliento

y mi última pasión.

Débil soy porque en la vida

he sentido compasión

y no he maltratado a nadie

ni he repartido dolor...

Soy débil por no matarte

cuando tú matas mi amor,

por no poder ignorarte,

por no negarte un favor.

Por ir perdiendo la calma

poco a poco y la razón,

por no controlar mi cuerpo,

por poner tanta ilusión

en éste amor que no es nada...

porque en tí no floreció.

Soy dèbil porque estoy triste,

porque mi vida cambió;

porque yo era el carcelero

y ahora estoy en tu prisión,

soy débil porque el despecho

lo recibo y no lo doy...

Soy débil por no ser libre

sino preso de tu amor.

No puedo olvidar tu nombre...

¡ Débil ! , ¡ débil !... ¡ Débil soy !

Por no arrancarme las penas

ni siquiera con alcohol,

por devolver tu sonrisa

en vez de una maldición,

por no negarte una sola

de las cosas que te doy.

Débil por estar muriendo

en tu cuerpo...mi prisión,

porque en mi corazón late

el cariño de los dos.

por poner mi último aliento

y mi última pasión,

en éste amor que no es nada

porque en tí no floreció...

Soy débil por no ser libre,

sino preso de tu amor.