Esta noche

Hago puntos en el papel,

no salen lo dibujos.



Los cuadernos sueltos

andan por aqui y alli,

sacados de la clandestinidad.

En sindrome de Estolcomo



Veo paredes blancas

casi vacias, casi

el espacio libre

aún dentro de los muros,

me gusta el espacio.





La luz juega con la tersura del cuadro

tersuras del cuadro , que amo,

que lo vi nacer,

terso,

terso.

Los sonidos vienen de arriba,

yo los pues ahí.

La hamaca sobre la cortina.

La cabeza del condor en su su lugar.



Y Enero Quetzal domina todo,

ante la mirada misteriosa de la esclava de ébano,

sobre los corchos de mil vinos sorprendentes.



Y el universo según los Tafi,

en el centro de todo,

estrellas, Luna,

ronda de manos fundidas.



Todos los huesos estan,

astas, cuernos,

petos, colmillos,

dientes, corazas, rabos.





Piedras , rocas,

conchas, caracolas,

raspadores,

mas piedras,

Eternas piedras!



Los animales todos,

en comunión,

con los ojos abietos,

prestos,

casi vivos.



Las brújulas con los relojes,

el cronómetro ruso,

listo como siempre,

el despertador de Churri.





Los cuencos muy mezclados ,

por todos lados,

suaves, toscos,

son de la tierra,

y alli iran.



Los cuadernos disfrutan de su libertad,

y van y vienen.





Y la bella hembra en su silla de tocador,

que siempre me da la espalda,

anhelante y temerosa,

simpre bella.



Los erizos,

las algas secas,

mis petacas y medidas,

los vidrios esmerilados ,

y mas piedras.



Cuantas playas,

cuantos caminos,

cerros, montañas,

inmesidades abiertas,

y páramos andados.



Todo suelto y liberado a la luz , al aire.

Y los sonidos vienen de arriba,

yo los puse ahí.





La vida no se demora.