La palabra que voló por los cielos

-La palabra que voló por los cielos-

(1)
¿Quién no ha divisado alguna vez
la luminosa estela que dejaste
en este triste valle de lágrimas?
Anduviste por senderos donde la palabra,
la escueta palabra inmaculada,
bullía respirando aires de libertad,
¡y jamás tu palabra fue profanada!
Otras palabras hermoseadas vinieron después,
pero la tuya, la memorable,
se alzó hasta cotas insospechadas:
voló por los nueve cielos concéntricos,
se fundió con el indomeñable éter,
y nombró lo nunca antes visto.
¿Quién no ha divisado alguna vez
la belleza inabarcable de tu discurso,
el final apoteósico de tus conflictos?

(2)
¿Adónde vas, Odiseo?
Si viajas por dentro y por fuera,
cuídate de los engaños,
de las falsas apariencias,
de músicas que confunden
nuestro alucinante interior.
No olvides que el hombre,
pese a todo, es un animal
(y en contadas veces racional).
Jamás valores al hombre
por sus tesoros visibles,
ni te alejes de quien, en caverna,
va construyendo un discurso
que mueve a la comunión
espiritual de todos los hombres.
Una antorcha, una tea...
iluminan, sí; mas ahora
es más necesaria la luz interior.
En esos océanos, en esos mares vorticosos
no abomines la raíz del hombre.

(3)
Murió un insigne hombre de letras;
y en los huesos no se vislumbra
su vasto legado espiritual.
Entre sus dedos, una vez,
atrapó la utopía,
y ya nunca la dejó escapar.
Miraba más allá de la aurora,
más allá del crepúsculo...
más allá de la orilla en la que se explaya
un inmenso mar de vaguedades.
Echó un pulso a la razón
y luego, su corazón victorioso
retornó a los ámbitos de paz.

Juan-José Reyes Ríos
Extracto del poemario "Baladas líricas".
Web: http://www.galeon.com/jjreyesrios