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Usuario - - Acceso de Usuarios | Sábado - 20.Abril.2024 |
| Estás en: Poetas noveles Los primeros días son tan extraños. Los médicos me lo han confirmado. Yo no me encuentro muy bien, la falta de la menstruación, las malditas náuseas, los olores; sí, pero ni tengo barriguita, ni siento nada dentro de mi. ¿Quién me lo garantiza? Entonces es cuando me citan para ponerme ese aparato que escucha su corazón. ¡Y lo escucho! ¡Es él, mi hijo! ¡Tiene corazón! ¡¡Tiene vida y está dentro de mí!! Los días pasan lentamente esperando el momento de verlo, cuando por fin se deciden y me hacen una ecografía. Lo veo. Con esos pies y manos tan chiquitos. Se mueve y da pataditas. Es magnífico. Es el momento más hermoso de mi vida. A partir del cuarto o quinto mes todo cambia. Ya no me entran los pantalones y si me concentro noto pequeños golpecitos dentro de mí. Y me siento tan bien. Al sexto o séptimo mes lo noto con mucha más facilidad. Cada vez que me da un golpe es como si me diera un beso, cada movimiento un abrazo. Es ahora cuando el tiempo pasa más rápido, los días se fugan y no tengo tiempo de disfrutarlo. Ahora lo tiene todo, pero ¿y cuando saldrá?, ¿qué le podré ofrecer? Me siento en la cama, le miro en mi vientre, le acaricio y él se mueve dándome los mejores momentos que nunca he pasado en soledad. En compañía. Y la gente me dice: _'Ya verás lo que llegarás a quererlo' No hijo mío. No te querré, TODA YO YA TE QUIERO. Compártelo:       Vota:  Resultado:
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