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Usuario - - Acceso de Usuarios | Sábado - 20.Abril.2024 |
| Estás en: Poetas noveles Sacudiendo el polvo del camino que mis zapatos trajeron conmigo, ensucié lo más preciado y querido que un ser, alguna vez ha tenido. Así como la tormenta nos asusta con sus ruidos incomprensibles, sentí pavor, en el instante perdido de un tiempo casi irascible. ¿Qué piensa el hombre cuando calla? ¿Qué calla el hombre cuando piensa? Son preguntas que se encadenan, son temores que nunca silencian. Al mirar mi rostro compungido, al ver mi alma llorando de pena, mi corazón escondido tras la puerta y mi mente sintiendo una quimera. Tan sólo vino a mí un recuerdo que solventó los dolores nuevos. Fue una caricia, un roce mágico, Un toque que sin decir, me dijera que ya era parte de ti, era quien era. Sabiéndome en paz y en mi lugar, dejé que el agua que corría a raudales llevara el sucio de mi estorbo. Me alejara del recuerdo mentado, para así con mis zapatos ya lavados pudiera comenzar mi nueva ruta, sin portar rastros del pasado, sin querer mucho de lo ya vivido y ansiando todo lo que está por ver. Ahora, ya en plena calma el horizonte, vislumbro como siempre una alegría. Entrego mi futuro al mágico hado y descanso mis ilusiones en tus manos. samuel akinin levy Compártelo:       Vota:  Resultado:
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