No me prometas arabescas fantasías,
No me cuentes historias
Que sabes que son mentira.
Hace mucho que me conformé
Con el lado gris de la vida,
Con sus desilusiones,
Con la renuncia a decorar
Sus rincones de purpurina.
No busques intentar venderme
Una parcela en el cielo;
No me cameles que te conozco
Y un timador no engaña a otro.
No me recites otra vez
Esa letanía,
Que sin mí nada eres,
Que mi ausencia te hundiría.
No hay teatro, ni función que representar,
Porque el crítico sabe
Que el guión es pura falsedad,
Y lo que nos vincula a ti y a mí,
Es nuestra soledad compartida
Así como el miedo a aceptar
El fracaso con el que vivimos,
Mostrándonos reacios
A aceptar la verdad....
Soy un hombre destrozado.
Mira, lo que has hecho de mí.
Yo que me vanagloriaba
De saber lo que era cierto:
Que agua era lo que mojaba
Y el tiempo lo que nos hacía viejos.
Nunca sentí por nadie
Lo que por ti sufrí.
Yo que de otros me reía
Al ver del amor sus cuitas.
No sabía que estilete,
Fino y frío,
Sobre mi se abalanzaba,
Y que eran tus ojos
Los que lo reflejaban.
¿Qué juguete fui para ti?
¿Acaso el sabor de la hiel,
que me hiciste así tragar,
Te dio el supremo placer
Que yo no te supe dar?.
No me mires
Como si te contara un cuento.
Todo esto es la verdad:
Que sólo fui un capricho
Cuando para mí lo eras todo
Y no habría habido sacrificio
Al que dispuesto no llegara
Por ver una sonrisa en tu cara.
“Ingenuo y tonto“;
Se que es
lo que pensabas de mí.
¿Acaso a...
Complicado pensamiento el mío
bajo el sol despiadado del estío
abrumado por las nubes de tormenta
que en la ira de tus ojos se alimenta.
Enmarañado estoy, querida amante
por el lío que tu mente balbucea
no sé, si siempre tartamudea
o que a mi mente le resulta humillante...
es obvio que no atiendes mis premisas
atropellando con torpeza mis ideas
¡Corazón necio!, hijo de hipócritas sonrisas
amante infecundo, exento de pasión....lleno de vendas.
No sé, Isis querida, la cota de tu monte
pero evitaré que mis pies lo hollen.
¡Qué infeliz y desdichada estás, Lucrecia,
tramitando en el juzgado tu divorcio!,
disolviéndolo al igual que un mal consorcio
…la tristeza en el semblante se te aprecia.
Llena estás de gran zozobra y decepción,
porque todo en esta vida se deprecia,
y a tu afecto, no lo libra hoy la excepción.
Tu calvario soportaste con firmeza
y el dolor fue tu más grande patrimonio;
¡todo hiciste por salvar tu matrimonio,
que hoy se lleva aniquilante la tristeza!.
Fueron años esperando que la dicha
se asomara con gran júbilo y comparsa.
pero en ellos sólo hallaste la desdicha,
comprobando que tu sueño era una farsa.
¿Dónde están esos fantásticos detalles
que aquel hombre te mostrara en otro tiempo,
cuando fuiste en su existencia un puro templo,
cuando loco te besaba por las calles?.
¡Oh...
Hoy lloré en silencio tu silencio
y desamarré los nudos que ataban a tu barco
y le di larga para que te vayas por el mar
de las querencias, en busca de nuevos horizontes,
islas, océanos y ancles en el lugar que quieras.
No sé cuando, ni dónde se perdió el amor,
No se si fui yo, o fuiste tú
quien dejó que el castillo de naipes se derrumbara
y con ello se martillara el sentimiento
del incontenible llanto apagado.
Hoy lloré en silencio tu silencio
y con ello morí en un instante,
luego reviví, pero ya no era el mismo
y tú ya no estabas, ni en mi vida,
ni en mi pensamiento. Y eso me dolió más que si hubieras muerto
porque s...
.
El poeta vive, el poeta sueña...
El poeta piensa que el mundo sea perfecto.
Tras un tiempo él descubre la vanidad del mundo,
que todas sus palabras se hacen vanas y sin ecos
y se las lleva el viento, en un lugar remoto
hasta desvanecer...
El poeta triste y solo, se queda en silencio...
*
Maria G. Benacquista
Granitos de Arena, 'Inquietudes del Alma'
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