Ocaso

 Los rayos de sol se filran entre las hojas, 
bailan con ellas al ritmo del viento. 
No cierres los ojos, deja que te deslumbre, 
deja que la tierra humedezca tu espalda
 
Oh, amor, no tengas miedo. 
Seguiré aquí aun cuando te hayas ido. 
 
No hay baile más sutirl que el de las sombras en tu piel. 
Ni la mariposa se atreve a irrumpir en tu hombro. 
El aire dirige nuestros cabellos al poniente,
es el fin que nos absorve, nos atrae, nos anhela. 
 
Oh, amor, no tengas miedo. 
Seguiré aquí aun cuando te hayas ido. 
 
viaje sin destino, camino sin sentido, tiempo sin tiempo...
una caricia más y sabré que ha valido la pena.
 
 
 
 
...

*
Paseando en playas desiertas,
el aire fresco de una tarde de otoño
acaricia suavemente tu piel.
.

La luz del crepúsculo
cargada de rojos, anaranjados
grises y blanco inunda el paisaje
con colores cálidos, nostálgicos.
La mente despega su vuelo...
.
Sueñas con viajar en tierras lejanas
tranquilas y acogedoras
en donde todo se pinta de verdes
lejos del bullicio de las ciudades
de la vida caótica y frenética.
.
Todo se ha vuelto una selva
cada quien se vuelve una fiera
el espacio está siempre más restringido
y en lugar de sentirse más cerca
la gente se aleja siempre más y más...
*
Maria G. Benacquista
Granitos de Arena, 'Percepciones'
Ilustración: Atardecer en Camogli, Ma...