BENEVOLENCIA INTEMPERANTE
Retiene en vano débil la presa fuerte,
en las pupilas su decadencia fiera,
en cuanto espera porque alumbrarle,
y que fulgure con ella la misma lumbre.
¡Por el íntimo suspiro las primas claridades!.
El ideal me abruma y me consume,
todo el frasco llueve y rebosa,
envejecido en la hoguera enrojezco,
del presente inseguro bien vale una vida,
la protesta vana que perdió el seso.
La fragancia escancia una melodía,
el recuerdo implora ya mi vida,
de la atracción divina que me lo niega.
Entre las consonantes diminuto.
¡Al alfa y omega debo el cautiverio!.
En las cosas mi frente se anega y muere,
humedeciendo al tiempo mis viejas lunas.
La vida de rosa se viste con mi gris.
¡No, la soledad ama...