Mujer,
quien no llegaste tarde a mi vida,
para cubrirme de encanto, pasión y fantasía.
¿Cómo no he de dedicarle un momento a tus ojos,
si de ellos se alumbra mi horizonte en tus pasos?
¿Cómo no he de dedicar éste momento a tus manos,
si en ellas se cobija mi alma en tus rezos?
¿Cómo no he de dedicar éste momento a tus labios,
si de ellos alimento mis palabras cuando me hablas de la paz que calma mis batallas?
¡Cómo no he de devolverte tus momentos, vida,
si en ellos me estaciono y de ellos suyo soy!
Habita en mis versos el porqué de hacer poemas.
Simplemente hablo con el idioma que hablas,
con el que Tu me hablas,
de aquel que tan sólo entiende un corazón como el tuy...
Solos Estamos
Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
Dentro de cada día, en cada momento...Solos bajo el cielo.
Sobre la madre tierra
Sobre pecados y perdones
Bajo angustias y dolores
Bajo olvidos y recuerdos
Solos estamos, estamos todos
En un todo infinito
Infinito desconsuelo
Infinito capricho de dioses
De ángeles o demonios...
Uno, muchos, ninguno o todos...
Es igual, por igual se siente
Solo el dolor profundo, el verdadero...
El honesto, el que se sufre de verdad, en soledad...
Dentro de cada hueso, en el fondo
En lo hondo, del alma,
sin engaño
Con lágrimas inmensas...
Solitarias.
Saladas como el mar, obscuras como la ignorancia...
Solos los hombres con sus dioses
O...
Sin ellos, en cada aliento...
Cuando el barro muere, y el todo
Es de nue...
ENCOMIO A BACHUE
___Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
¡Oh, mujer eterna!
De la benevolencia madre
Luz del lago cósmico
El lago mismo seguirá
¡Sagrado y serpentino!
Por los tiempos espirales
Por las lunas universales
¡Sagrado y serpentino!
El lago mismo seguirá
¡Oh, mujer eterna!
Perenne engendradora
Elixir de la luz misma
La esencia de los inciensos
Te ofrendo
Hoy como ayer y mañana
Te ofrendo
¡Hoy, hoy mi canto!
A tí
A tí, hoy elevo mi canto
Mí canto más allá
A tí llegue
¡Oh, de las cosechas protectora!
A tí mi canto llegue
¡Oh, madre del universo!
Perenne engendradora
Elíxir de luz, más allá, más allá
De Bochica y Chibcha-chum
A tí, hoy elevo mi canto
Para qué todo mi incienso recibas
En estas serpentinas flores
¡Serpentina esencia serpentina!
¡Oh, mujer ...
La espalda de mi madre
ya se inclina hacia la tierra.
Solamente Dios sabe
la pena que siento al verla.
Y me embarga la tristeza,
no me llega a la conciencia.
¿Dónde empieza y acaba
la felicidad en la Tierra?
Si te miro alegremente
y un tesoro en tí tengo,
¿Por qué dices que la muerte
tiene contigo derecho?
Sea tu voluntad mi Dios,
llévala contigo tarde
y cuando así sea Señor,
no tardes mucho en llamarme.
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