Quiero contarles el cuento
de la pequeña mujer
que ya no quiso crecer,
lo digo con sentimiento
es como un triste lamento,
vio a los adultos en riña
en actitud tan dañina
que a Dios elevó sus ruegos
para continuar en juegos
y seguir siendo una niña.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 30 de abril del 2024
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
“No me vengan con el cuento
de que la ley es la ley”
dijo López como rey,
para evadirla; recuento
pues la anécdota frecuento,
hoy, con lo de su embajada
no recuerda su jalada
convenenciero o demente
ya sin cuento, simplemente,
pide sea cumplimentada.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 07 de abril del 2024
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Al menos durante el día Quince veces yo me agacho Son los céntimos que engancho. Lo multiplico por treinta Ya tengo cuatro cincuenta Parece una fantasía Es lo que cojo en un mes Al poner gran interés En lo que ya, por descuido En la cera se ha caído O quizás lo hayan tirado Al notarlo devaluado Alguno llevaba tanto Sumergido en el asfalto Tan difícil de sacar...
Descontado......
Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
____ ¡ Largo de aquí, cuento infelíz !.
La tristeza en maceta ya se siente jardín. Bien sabemos que carga el mar,
con las pestañas en las alas, y las noches frente al espejo quebrado.
Y a lo lejos está el cielo que cuelga como el milagroso ungënto... Más las
espadas blandas son ante las cósmicas entrañas hurañas como las noches
sin marido, en la luna enloquecida con el fervor espumoso del piélago ligero.
¡ Ah, cuento sin principio, historia inexistente, fraude vil a conveniencia !
___ ¡ Ondas ingenuas que entre sus muecas perece !... Sí, sí, mira con atención:
Allá está la luna montando la tarde, y recorriendo tardía la calle curiosa,
por no haber aceptado el sombrero ofendido, empecinado en agacharse
contando las estériles...
Confesión Gramínea
__Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
El suelo es hondo y húmedo; tendrá qué alimentarme
y vestirme, aunque por ahora no sé si es de noche o
de mañana, ni si soy un sueño de un futuro inexistente,
insisto, e insisto en la orilla de la sequía que corta el
agua en el cautiverio de la vida, con empeño admirable,
y más duro de esta cáscara, abrigo sin tregua, en una
metamorfosis continua que recupera mis caras anteriores,
ignoradas en la corrupción confusa de los lugares dónde
caduca... Es como la voz del paisaje subterráneo donde
la vida y la muerte se hermanan, dónde se adelgazan los
trinos a contraluz de una fuerza comprimida...
El cosmos aparece como un inmenso árbol, infinito, entre
los promontorios de luz y sombras fusionadas, como el...
divino ideograma v...
C.R.I.P.T.O.M.N.E.S.I.A.
__Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
Toc, toc, toc... ¿ Quién podrá ser a esta hora ?
Debe ser el viento. Huye. Sin equipaje...
¡ Así es !. Y ni siquiera se dió vuelta.
No obstante... No es tan horrible, si se le
mira atentamente... Distraído, disimulando
el polvo... Carece de importancia. Es la joven
brisa asumiendo a simple vista el espesor
de una viga medio salvaje... Entrando ...
Entrando al jardín domesticado, excesivamente
satisfecho. No lo ves... ¡ Enciende los audífonos !
¡ Toca la lupa !... ¿ Se puede saber qué estás
pensando ?... Imagínate... ¿ Acaso lo mismo
en qué no puedo ser muy preciso... desgraciadamente
la situación es clara... son prejuicios insensatos...
diplomáticos fantasmas...?. Están afuera.
Toc, toc... ¡ Déjalos entrar !. ...
LA MÁQUINA DE SUEÑOS
__Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
...Bajo la piel es más obscura qué la noche sobre
...la cama de piedra con el sabor espinoso grácil...
Ella no dijo nada; El olor aceitoso era agradable
en un ángulo de cada destorcido tornillo, cableado
al estilo barroco del humo, mostrando sus carátulas
sobre la mesa en qué se apoyaba. Un gallo a lo lejos
tal vez tuviera qué ver con el mismo perfume arenoso
del sol en diferente mañana. Ayer dos extremos de
luna habrían querido salírsele del traje plateado a
cierta distancia del pico emplumando su canto con
la cresta al fondo del patio. Por fuera un ciprés azul
somnoliento tendía lentamente sombreada la tarde
navegante gris, con los ojos fijos en un punto dónde
la meditación se hunde, frívola, entre las hojas de
lo...
P.O.L.U.C.I.O.N.E.S.
__Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
Caminaban. Cantaban las estrellas. Los ríos
tomaban un baño. Un lago sigiloso se aislaba.
La cálida luna limpiaba unas ventanas.
Ellos tejían caleidoscopios desnudos parpadeando
dónde doblan los suspiros el ritmo indócil de
las campanas entre cóncavos y convexos, navegando
una alcoba sin romper el secreto éxtasis haciéndoles visita latido a latido los minutos
miraban pasar los colores caudalosos lentamente
decorando el instante unidos entre puntos... fosforescentes con el ímpetu y el alma cultivando
enredaderas en las sábanas vertiginosas de una
brisa qué acaricia las pulsátiles pupilas, ondulando las paredes unos pálidos silencios al
tocar flotando el fondo de los jugos compartidos
al bajar las nubes cada rodilla en ...
VUELO NOCTURNO
__Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
Pocos segundos huyendo y anhelando y ahora
aquel amigo estaba en el techo. Por la puerta
lo escuché rodar alegre colgado de una nubecilla.
Se balanceaba con un bolígrafo, con un cuaderno
reciclado que sobre sus rodillas no parecía ser
una pelota desinflada, sino más bien una sombra
brillante. Difícil fue ver lo que ignoraba: La desnudez
de una sonrisa triste y agitada. Sin embargo, prefería
esta última situación para ocultarse bajo los zapatos
que pasaban por la calle lentamente pegajosa.
Recordaba, no sin gusto, los pasos, el polvo húmedo
medio verdoso y el viejo libro sobre vampiros, algo
extraño pues no soy hematólogo, menos hematófago.
Un año antes pensaba igual. Incrédulo ante la puerta
de los gritos. Corrí las co...
SOLAZ
__Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
Aquella mañana el sol no salió. Estuvo esperándole la colina
más allá del lago, sin atravesar la montaña, cálida alfombra
azulverdosa detrás de la ventana cerca de la escalinata dejada
abierta entre las páginas de un libro clavado enmedio del desierto
incluso el ataúd, y la gente qué había llegado desde la calle en
gran actividad arrojando los gritos qué crecían dentro, en el
profundo silencio cubriendo los confines de la casa con los pasos
inseguros de quien ha pretendido esconder el dolor harto tiempo
conocido al contacto del espíritu que palpa el roce al unísono mil
lágrimas que traen del ayer el crepúsculo de una sonrisa esperando
asomar de nuevo el agua, y no perder la cosecha por no haber
cambiado nada a su paso entre los fres...
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